Norma que debiera ser de obligado cumplimiento

Norma que debiera ser de obligado cumplimiento para todos
Para facilitar la organización de vehículos y saber a quienes hay que esperar en Mompía o en cualquier otro lugar de reunión de salida, se ruega muy encarecidamente enviar un mensaje bien al móvil, o bien al correo electrónico de Alberto o quien dirija la salida, indicando quiénes van a ir a la marcha, lo más tarde el viernes al mediodía, si es posible.

viernes, 29 de agosto de 2014

Canto Cabronero, Peñas Cebolleda y Peña Beza.....¡ya que estábamos allí!

El sábado pasado 23 de agosto nos fuimos hacia el pueblo de Amieva, distante unos 20 km. de Cangas de Onis subiendo por la carretera que lleva al desfiladero de los Bellos, para acercarnos  al collado de Angón, situado a dos km. por encima de dicho pueblo y donde se inicia la denominada Senda del Arcediano, antiguo camino de comunicación entre Sajambre en León, y Amieva en Asturias y que a nosotros nos servirá para acometer la ascensión al Canto Cabronero, cumbre de 2.000 mt. situada en la parte occidental de los Picos de Europa y separada de estos por el desfiladero del río Dobra que nosotros recorreremos en el descenso, completando así un precioso circuito, aunque eso si, un poco largo, (mas al completar la excursión con el ascenso de las Peñas Cebolledas y la Peña Beza, cumbres próximas al Canto Cabronero pero que supone añadirle casi 200 mt. mas de ascensión a la marcha, pero ya que estábamos allí....) que nos llevó 12 horas  de actividad y 1.700 mt. de desnivel acumulado.
Aunque en un principio el viaje hasta Cangas parece que suena muy lejano, la verdad es que ahora con la autovía del cantábrico ya casi concluida, (solo quedas 4 km. por abrir) reduce bastante el tiempo de viaje y en una hora y tres cuartos nos presentamos en el punto de partida de la marcha, aunque también es cierto que hay que aclarar que el que conducía era Jose.

Foto de salida a las nueve menos cuarto de la mañana.

Desde un principio el camino nos muestra rincones de gran belleza, con el único inconveniente de la piedra que pisamos, que al estar algo mojada y debido a su desgaste, estaba bastante resbaladiza.

Cuando salimos el cielo se encuentra cubierto, pero poco a poco, parece que las nubes se van disipando.


Nuestra montaña pese a su poco altitud, al estar separada de los Picos, luce como una gran montaña.

El Canto Cabronero luce por su cara norte una larga y marcada arista que atrae a todo montañero que se precie e incita a recorrerla para llegar hasta su cumbre. Juan Carlos trae referencias de ella y tras varias deliberaciones y viendo que la niebla iba desapareciendo, decidimos acometer su ascensión.
 
Aquí vemos el recorrido que realizamos partiendo de la majada de Sabugo, lugar donde dejamos la Senda para acometer el ascenso de la arista.
Pero al poco de iniciar la ascensión  y cuando aún no habíamos superado el hayedo que se ve en la foto, la niebla nos envolvió por completo, limitando nuestra visibilidad a unos pocos metros y poniendo en duda nuestras posibilidades de poder llevar a buen termino nuestra ascensión.
Afortunadamente, aún envueltos por la niebla, dimos con una canal que nos depositó ya en la arista propiamente dicha, y ya solo nos limitamos a seguir su afilado y cómodo recorrido, con la esperanza de que a medida que vayamos ascendiendo, la niebla de paso a un espectacular mar de nubes, como suele ocurrir a menudo en los Picos.



 Y efectivamente, cuando nos faltaban unos 300 mt. para la cumbre la niebla se fue disipando y nos dio paso a un mar de nubes que nos deja contemplar la cumbres principales del macizo occidental que tenemos a nuestra izquierda.


En el centro de la foto tenemos la Tº de Sta. Maria y a su derecha la Torrezuela, cumbre que tenemos como objetivo para el próximo mes de septiembre.

El retratero también tiene derecho a salir alguna vez ¿no?

Seguimos hacía la cumbre disfrutando, ahora si, a tope, de la ascensión y de las vistas.

Cristina, que al principio era un poco reacia, ahora disfruta de lo lindo.


Hasta la baca parece disfrutar del panorama.




Tras realizar una corta y fácil trepada llegamos a la cumbre de Canto Cabronero.

Desde donde tenemos esta vista de Peña Santa.

Esta del pico de los Cabrones y Tº Cerredo que sobresalen por encima de la zona de Vega Huerta.

Nos seguimos fotografiando aprovechando las magníficas vistas. Por cierto, que a mis pies, tenemos el desfiladero del Dobra por donde realizaremos el descenso.

 Tras comer con estas magníficas vistas iniciamos el descenso con la intención de llegar a las otras dos cumbre contiguas al Canto Cabronero, Peñas Cebolledas y Peña Beza.

Desde Peñas Cebolledas tenemos esta magnífica vista del Canto Cabronero.

Para descender de esta cumbre hacia la Peña Beza tenemos que realizar unos destrepes con mucho "cuidadin".

Juan Carlos marcándose un vistoso paso de escalada.

Tras una ascensión de unos 100 m. llegamos a la cumbre de Peña Beza, con una altitud 40 mt. menor que el Canto Cabronero.

Hacia el sur, tenemos a nuestro pies el pueblo de Soto de Sajambre.

Dejamos la cumbre de la Peña Beza y nos dirigimos hacia la única salida practicable que hay hacia el sur, la canal de Misa, que nos llevará hacia la senda que va hacia la zona de Vegavaño.

Ya en el sendero tenemos esta vista del Jario, cumbre que visitamos hace un tiempo.

Los magníficos bosques de esta zona dejan al descubierto el pequeño claro donde se ubica la majada y el refugio de Vegavaño.

 También vemos el macizo que forman la Torre Bermeja y los Moledizos.

El recorrido de este sendero hasta descender al encuentro del río Dobra, es como hacerlo por el paraiso. A la vuelta de cada recoveco que hace el sendero nos encontramos con unos parajes a cada cual mas bellos.



Donde se separa nuestro camino del que va hacia Vegavaño, hacemos una paradita de cinco minutos a coger fuerzas para afrontar el largo descenso que aún nos queda por delante.


Llegamos al Dobra y lo cruzamos por este puente. Cuando hace 9 años realicé esta misma marcha con otros miembros del grupo, algunos nos bañamos debajo de el. Era por el mes de Junio.

Desde el sendero que recorre paralelo al río y que nos desciende hacia nuestro punto de inicio, vemos la Peña Beza a la izquierda. A la derecha y tapado por las nubes esta el Canto Cabronero.

El sendero va descendiendo con algunas subidas que luego hay que volver a descender, salvando las verticales laderas que caen hacia el Dobra. El cansancio se va acumulando en nuestras piernas y el camino se hace larguísimo. Por fin llegamos a la central del Restaño, pero ahora nos toca ascender unos 100 mt. para llegar al collado de Angón caminando por una pista hormigonada que justo al cumplirse las 12 horas desde que salimos esta mañana, nos deposita de nuevo en el collado Angón.
Como casi siempre, hemos terminado bastante cansados, pero nuestro espíritu regresa henchido de vivencias y de un magnífico paisaje, tan castigado y deteriorado en otros lugares, pero que por esta zona aún mantiene un aceptable estado de conservación, como se puede apreciar en algunas fotos.