Norma que debiera ser de obligado cumplimiento

Norma que debiera ser de obligado cumplimiento para todos
Para facilitar la organización de vehículos y saber a quienes hay que esperar en Mompía o en cualquier otro lugar de reunión de salida, se ruega muy encarecidamente enviar un mensaje bien al móvil, o bien al correo electrónico de Alberto o quien dirija la salida, indicando quiénes van a ir a la marcha, lo más tarde el viernes al mediodía, si es posible.

martes, 22 de marzo de 2016

Recordando viejos tiempos por Campoo

Mis inicios en la montaña invernal al principio de los años noventa, tuvieron como principal escenario la zona de Campoo. Era bastante habitual que llegado el sábado, me cogiese el primer tren para Reinosa (creo recordar que salia a las 6,30 de la mañana) y tras dos horas de viaje, llegar a esta localidad, donde alquilaba un taxi para que me acercarse a algunos de los pueblos que se encuentran al pie de las muchas cumbres, próximas, o por encima de los 2000 mt. que hay por la zona.
El que mas solía visitar sin duda, era Proaño, desde el cual acometía la subida al Cueto Ropero, y si el día y la nieve reunían condiciones, también visitaba el Pico Cordel, e incluso alguna vez me llegué hasta el Iján, eso si, dándome unas triscas de campeonato, pues en aquellos años, las raquetas eran prácticamente desconocidas por los montañeros, y si la nieve estaba blanda, tocaba hundirse hasta donde según fuese la altura de la nieve.
De esto hace ya muchos años, y no se muy bien porque, este sábado, aunque daban mal tiempo, y tras la vuelta a tras de J.R. para subir al Castro Valnera, se me antojo el hacer una escapada en solitario por esa zona que tantos recuerdos me trae, y así fue que a las 8,15 de la mañana me encontré sentado en un vagón del tren de la Renfe camino de Reinosa,
Y lo mismo que hacia hace mas de 20 años, también en esta ocasión, en un taxi, me acerque hasta el pueblo de Proaño.
Acercándose al pueblo por la carretera, se tiene una magnífica vista de la larga arista que por encima del monte de Proaño asciende hasta el Cueto Liguardi, pudiendo comprobar que de momento se encuentra libre de nubes, lo que me hace concebir esperanzas de que no este el día tan malo como habían pronosticado.
Y a las 10,30 me puse en marcha sin una idea muy clara de lo que al final aria.
La nieve comenzaba unos metros por encima del pueblo, por lo que enseguida me calcé las raquetas y dando los primeros pasos, decido sobre que rumbo tomar. Como veo que la nieve esta en bastantes buenas condiciones para caminar en solitario, decido bordear el Cueto Ropero por su vertiente norte para meterme y superar la bonita canal que te deposita 150 mt por debajo de esta cumbre, pensando que en ella podre disfrutar superándola con los crampones.
Pero al poco de iniciar la marcha la niebla comienza a meterse y en pocos minutos me rodea totalmente limitándome considerablemente la visibilidad.
Como conozco bien la zona y tengo la aplicación del móvil que me marca continuamente mi posición en el mapa, decido continuar hasta ver como evoluciona la cosa.
Mi primer objetivo es llegar hasta la vega que hay al pie de la canal, donde hay una cabaña que me puede servir de cobijo para pararme a tomar el primer tentempié.
Pasadas las 12 llego por fin a ella, totalmente rodeado por la niebla, cuando salgo después de haber recuperado fuerzas, veo que la niebla se ha despejado un poco y me deja ver mejor la zona.


Con lo poco que me deja ver la niebla, aprecio justo enfrente de la cabaña, una canal totalmente tapada por la nieve y que tras consultar el mapa, veo que dicha canal asciende en linea recta hasta morir en el collado que separa las cumbre del Liguardi y el Cueto Ropero.
Viendo que la niebla se vuelve a cerrar y que no me va ha dejar disfrutar de buenas vistas, me calzo los crampones y me meto en la canal para salvar los 300 mt. que me separan del collado.
Poco mas de una hora me lleva superarla, y viendo que por arriba la niebla apenas deja ver nada, tras pisar la cumbre del Cueto Liguardi, inicio el descenso por la arista que termina donde comienza el monte de Proaño. Desciendo también este monte hasta llegar a la cabaña que hay al final del mismo y donde me cobijo para disfrutar de la comida que he traído hoy, pues hace ya un rato que comenzó a nevar por la zona de arriba y que por debajo de los 1.400 mt. se convirtió en lluvia.
Arriba he puesto tres mapas donde he marcado el recorrido realizado.

Muy pocas fotos pude hacer en esta ocasión. Esta que os pongo aquí es de las huellas que fui siguiendo todo el recorrido hasta llegar a la primera cabaña, y que creo que son de una loba con dos lobeznos, ya que un perro con crías no creo yo posible que anden por el monte.

La cabaña donde me pare a tomar el aperitivo. Como se puede ver, casi dos metros de nieve la rodean.

La única compañía que tuve, este pájaro que me recibe en el tejado de la cabaña.

Desde la cabaña veo la canal por la que ascendí.

Aquí ya en la parte final de la canal.

 Lo que se veía de la zona de Campoo desde el Cueto Liguardi.

El collado donde terminaba la canal y el Cueto Ropero tapado por la niebla.

En primer término la canal por donde subí, y por debajo de las cornisas que se ven al fondo, la canal por donde había pensado subir.

El descenso hasta la cabaña que hay a la salida del monte la realizo, primero nevando y por debajo de los 1.400 mt. lloviendo. Menos mal que tengo mi paraguas montañero.
Une vez en la cabaña, comiendo a mesa puesta.

La cabaña que me ha servido de refugio.

 A las 4,30 llego de nuevo a Proaño. Como el tren le tengo a las 7 menos cinco y el taxi esta mañana me llevó 18 €, decido recorrer los 10 km que me separan de Reinosa andando, que no cantando, bajo la lluvia.

 La vista que por la mañana se veía despejada del monte de Proaño y de parte de la arista por donde he descendido, ahora cubierto por las nubes y la niebla.

Llegando ya a Reinosa bajo la lluvia, donde antes de coger el tren, me dio tiempo a tomarme un chocolate con una cañita.
Por último un pequeño vídeo del día.