Pero comencemos por el principio, salimos a las 9,30 del puente Vidosa en la carretera que recorre el espectacular desfiladero de los Beyos, que se abre al llegar al bonito valle de Sajambre. Al final somos cinco los componentes de la marcha (¡¡MUCHO DESERTOR………!!) Elena, Dani, Juanjo, Jose, y Berto, un servidor. Al principio surgen discrepancias entre Dani y Juanjo que son dos de los que la hicieron el año pasado y yo, que llevo los mapas y la guía de la ruta. Yo digo que hay que descender un par de Km. por la carretera para coger la senda y ellos que no, que hay que ir en dirección a Sajambre.
Desconcierto ¿seguro que hicisteis la senda del cartero?
-que si, que si-
-¡pues no lo entiendo!-
Miro el mapa, y ¡ya lo entiendo!, el puente donde estamos no es Puente la Huera, sino Puente Vidosa, que está tres km más abajo.
-¡aclarado!
Recorremos algo menos de un Km. y encontramos el inicio de la senda, señalizada con pintura y que arranca con una fuerte pendiente, aunque con un sendero marcado que en continuos zig zas y sin casi darnos cuenta, nos eleva rápidamente por encima de la carretera y del rio.
Y de pronto, Elena “ojo de lince” descubre a la orilla del sendero estas fresas silvestres pequeñitas de tamaño, pero grandes en sabor (magüetas las llamaban por Valderredible, mi tierra)-¡mira estas que gordas! ¡toma Berto!
-¡jooo! ¡Si yo no las veo!
-inconvenientes de mi daltonismo-
-me pregunto como veréis vosotros el paisaje-
Seguimos ascendiendo ahora ya dándonos el sol y disfrutando de unas cada vez mejores vistas del desfiladero de los Beyos.
El sendero sigue ascendiendo y nos lleva al borde de un cortado donde un pequeño collado nos sorprende con esta vista del pueblo semiabandonado de Biamon
Elena atravesando el collado
Este coqueto hórreo en semirruina refleja el deterioro y abandono de estos preciosos enclaves que un dia fueron lugares con mucha vida, sencilla y sacrificada, pero tengo la sensación de que más feliz de la que llevamos nosotros ahora, libre de stress y de colesterol.
A la salida del pueblo encontramos este bonito lavadero-¡cuantas secretos de alcoba se habrán contado bajo su tejado, mientras golpeaban una y otra vez las prendas que lavaban en sus cristalinas aguas!
Biamon desde la otra parte
El paisaje muy bien conservado luciendo su esplendor primaveral.
Llegamos a la ermita, también abandonada del pueblo de Casielles que dejamos un poco más abajo y que no llegamos a atravesar pues hay que girar a la derecha y comenzar a ascender, siguiendo unos postes de la luz que remontan una ladera
Pero antes nos regalamos un suculento refrigerio para reponer fuerzas y disfrutar del paisaje y de la mañana tan espléndida que tenemos
Continuamos y en menos de una hora llegamos al Collado Boya la Campiella , que en pocos minutos nos lleva a la cumbre de Peña Salón de 1245 mts, punto culminante de la ruta de hoyLlegando al collado
El Tiatordos aparece majestuoso tras el collado-allí estuvimos hace un año Elena, Jose y yo. ¿os recordáis?-
La misma vista, ya en la cumbre
Y durante casi una hora disfrutamos del magnífico dia en la cumbre.Las cumbres del Cornión se despliegan a lo lejos desde Peña Santa hasta el Cotalba
El pueblo de Viboli a nuestros pies 400 mts más abajo
El Carriá asignatura pendiente del otoño pasado y que volveremos a intentar en Octubre de este año 
Menuda trainera se va a “cepillar” Elenuca
Joer como se está poniendo el personal ¡parece que hay hambre!
Una belleza con alas
Y una belleza con piernas
Iniciamos el descenso y ¡mira allí arriba estábamos hace diez minutos!
Seguimos descendiendo hacia Viboli y parece que caminamos por las selvas de Cambolla
Llegamos a Viboli, otro pueblo semifantasma, y estos son los únicos habitantes que encontramos
Otra vista del pueblo
Llegados a este punto, Elena que hoy a traído una documentación muy exhaustiva de la zona, sacada de un grupo que se llama Collado Jermoso, nos plantea la disyuntiva o bien descender directamente a la carretera de los Beyos que fue lo que hicieron los que realizaron la marcha el año pasado, o coger un sendero que sale de este pueblo y nos debe llevar otra vez al pueblo de Casielles y que resulta mucho más atractivo que descender por el asfalto.¿pero donde se inicia ese sendero?
Investigo, y creo descubrirle en la parte alta del pueblo, le continúo un tramo que se encuentra tupido de ortigas, y efectivamente, tiene todas las pintas de ser este.
Llamo al resto para que me sigan, pero se hacen los remolones y dicen que déjate de aventuras y vámonos para abajo.
Pero después de insistir y con la propuesta de solo investigar un poco y si lo vemos mal, pues nos volvemos, se deciden a seguirme y comenzamos la aventura
Al poco la maleza va desapareciendo, el sendero se le ve marcado y la cosa va adquiriendo mejor cariz.Según la guía hay que superar dos espolones rocosos y enseguida aparece ante nuestra vista el primero
-¡¡leches!! ¿por donde pasamos esto?-allí arriba se ve una portilla de madera así que por ahí se tiene que poder subir
(parte superior del espolón en la fotografía)
Y efectivamente, el sendero sube verticalmente labrado en la roca con buenos agarres ¡pero con una caída ala izquierda……!
-despacito y buena letra-
La subida……… ¡¡ESPECTACULAR!!Pasamos el primer espolón y aparece el segundo
¡¡DIOS…...!! ¡¡si es una pared de 100 metros y es todo vertical!!
Pasamos una pequeña “playa” herbosa y comenzamos a ascender por un sendero que la perspectiva no nos dejaba ver y que es más cómodo que el anterior¡parece increíble que por lo que parecía una pared vertical se pueda subir tan fácilmente!
Miro para arriba y ¡madre mía, que bóveda!
-mirad que cueva hay aquí-
-esto es precioso-
Según nos dijo un paisano que nos encontramos en Casielles si hubiésemos entrado más en la cueva nos hubiéramos encontrado con un pequeño lago, asíque parece que nos perdimos lo mejor, aviso para los que vayáis por allí próximamente, llevar frontalesPor ahí hemos subido
La cueva desde arriba
Viboli con parte del recorrido realizado
Otra vez en la ermita de Casielles con el paisano que nos encontramos y que aparte de lo de la cueva, nos orientó en otra alternativa de bajada que nos libraba de un trozo de camino en mal estado. Por cierto nos contó que en la escuela del pueblo, hoy convertida en club y que prácticamente no utilizan, cuando el era niño entre tres familias aportaban ¡40 guajes!una 18 hermanos, otra 12 y otra 10
como no tenían caja tonta, ni padecían estrés, mucho tiempo libre, mucho frio en las largas noches de invierno………….,y mano de obra barata.
Eran otros tiempos. La pregunta es ¿mejores o peores?
Continuamos con el descenso en un ambiente de “Heidy en los Alpes” y alguna se retoza por la hierba como tal
Y llegamos a la carretera que nos depara otra “belleza” que aunque no es muy bella¡¡como refresca!!
Quizá me haya extendido demasiado, pero nos dejó tan buenas sensaciones, que no he podido reprimirme en expresar mis sentimientos y compartirlos con todos los que no os canséis demasiado en leer. ABRAZOS Y ¡VUSCAD LA BELLEZA ES LA UNICA PROTESTA QUE MERECE LA PENA EN ESTE ASQUEROSO MUNDO!
2 comentarios:
Seme olvidaba, Elena, si puedes pon alguna foto que seguro que tú también las hiciste muy guapas
Alberto, esta belleza que nos as mostrado, es, eso, una belleza, y yó te lo agradezco, ya que no puedo disfrutar de ella, las veo, y leo, los comentarios que haceis, y que me hacen recordar las aventuras de otros dias.
GRACIAS.
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