FUERA DE PROTOCOLO (PROGRAMA)

Eran las 8 de la mañana. Ayer domingo, día 12. No había nada que hacer. Bueno, algo siempre hay. Y el sábado pronosticaban para este día "buenura", pues nos animamos la Esperanza del 2000YP y el Justo de ídem. Y pensando, pensando, qué se podría hacer que no supusiera gran alarde de forma, sabiduría y conocimientos, pues decidimos acercarnos hasta el MONTE CANDINA, en la zona que ya todos conocéis, pero que yo no lo conocía. Con lo que ajusté a la guía Espe, que ya lo conocía sobradamente.
La mañana se presentaba apoteósica. Así que con el ánimo a tope, nos dirigimos hacia el punto acordado. En media hora habíamos hecho la carretera. A las 9 ya estábamos pateando por los senderos. Con la sombra de la mañana que nos ofrecía la cumbre, se andaba muy bien. Llevábamos mascota, pero no vayáis a creer que era el "dosmilo", no era "Berta", sí, la señorita Berta (la chucha de Espe), que todo sea dicho, se portó como una campeona, se anduvo casi todo el recorrido, lógicamente, accesible a ella. A lo largo del recorrido, los buitres nos vigilaban sin descanso, tanto, que la mascota se mosqueó de que la rondaran tanto, y comenzó a enfadarse. Luego, se calmó y pudimos apreciar sin extraños ruidos cuanto nos rodeaba: arriba piedra calcárea, abajo las playas de Oriñón y Sonabia, un poco alejada, toda la costa; un poco más acá,Liendo, un poco más allá, Laredo y Santoña. En fin, una pasada de vistas, que nos hacían detenernos a cada momento para disfrutar.
Nuestra primera idea era subir a la cumbre, comer el bocata y bajar, poco más o menos eso era lo que pretendíamos hacer. Pero como el día se prestaba para eso y para más, decidimos asomarnos a la primera cumbre de la derecha que da vista a la playa de Oriñón, y ¡¡¡jo, esto no se puede desperdiciar en un día como hoy!!! Aunque algún arañazo en los andrinos nos "lijó" las espinillas, y alguna intrusa ("güarrapata") nos avasalló, la cosa discurrió sin mayores complicaciones. Así que sobre la marcha improvisamos y decidimos hacer todas las cumbres. ¡Sabia de3cisión, vive Dios! Comimos a mitad de recorrido y a las 4 de la tarde, aproximadamente, habíamos completado el recorrido, cuando el sol se dejaba caer a sus anchas.