miércoles, 13 de abril de 2011

Una noche en el Jou de los Cabrones

“Un fin de semana invernal al Jou de los Cabrones” viene en el calendario de actividades de este año. Pero nuestra agenda suele estar apretada y, bien porque tenemos marcha de calendario, bien porque hace mal tiempo, o bien porque Jose trabaja, al final se pasa el invierno y no hemos hecho nuestros deberes, lo mismo que está ocurriendo con la nocturna –perdimos la gran oportunidad el finde 19-20 de Marzo- y también con el viaje a Pirineos.                                                                                                                                  

Por fin, este fin de semana nos decidimos a subir a Cabrones, aunque las condiciones no son las mas idóneas. Lo normal es que a primeros de Abril la nieve aún sea abundante, sobre todo a partir de los 1500 mts, pero este año no ha nevado mucho, y cuando lo ha hecho, enseguida ha venido el viento sur para llevarse buena parte de ella, además llevamos una semana con temperaturas más que veraniegas que han subido los termómetros hasta cerca de los 30 grados en la costa. Para remate, las previsiones meteorológicas nos dicen que entrarán nubes entre el sábado y el domingo que dejarán precipitaciones débiles. Con la esperanza de que estas previsiones estén un poco exageradas, partimos de Santander a las 6,30 de la mañana, Maruja, Eloy y yo mismo. En Torrelavega cogeremos a Jose que completará la expedición. Partiremos de Puente Poncebos para ascender por la canal del Tejo hasta llegar al barrio de arriba del pueblo de Bulnes, donde giraremos hacia la derecha para enfilar la pendiente canal de Amuesa que finaliza en el collado de Cima a 1.386 mts. En este punto haremos un nuevo giro a nuestra izquierda para afrontar la cuesta del Trave que termina a los 1.900 mts. , donde se inicia la larga travesía que discurre por debajo de los Traves que nos lleva al refugio de Cabrones, a 2050 mts. de altitud.


 Cargando con nuestras mochilas, que así a ojo, deben andar por los 14-15 kg. –la de Maruja un poco menos- son las 8,30, y todo ilusionados enfilamos la canal del Tejo
  
a esa hora el termómetro ya anda por los 15 grados, nos planteamos el tomárnoslo con tranquilidad y en poco menos de una hora estamos al pie del barrio de arriba de Bulnes


después de refrescarnos en la fuente que hay por encima de Bulnes, nos disponemos para superar la pendiente canal de Amuesa


el termómetro ya pasa de los 20 grados, y como hemos dicho que nos lo íbamos a tomar con tranquilidad, a mitad de canal nos paramos a descansar un poco y a empaparnos del paisaje que nos rodea -¡como me gusta esta canal, que además me trae recuerdos de mis primeras incursiones por Picos, allá por los año 80! ¿te acuerdas Justi?
                                      
la última parte de la canal cuesta terminarla y sudamos como si fuese en pleno mes de Julio, en la fuente que hay al final de la misma, volvemos a refrescarnos y cargamos nuestras botellas, hasta Cabrones no tenemos más agua, y allí, si no está descubierta la fuente, tendremos que derretir nieve con mi infiernillo para poder beber. Después de lo cual, damos un giro a nuestra izquierda y enfilamos la cuesta del Trave. En su parte final, a unos 1.900 mts. es donde comienza la nieve

iniciamos la larga travesía por debajo de los cuetos del Trave y comenzamos a vivir un poco el ambiente "invernal" que veníamos buscando, aunque la nieve en algunos tramos está bastante "paposa". Comenzamos a divisar el corredor Noroeste del Albo que tenemos en la agenda para mañana y nos paramos a estudiarle. ¡Ah, pues tiene bastante nieve! ¡si señor, tiene muy buena pinta! ¿por donde cruzaremos desde el refugio para acceder a el?


aquí le vemos con más detalle hasta su final

el camino de verano salva un espolón donde hay que realizar una trepada y donde han colocado una cuerda de ayuda. Hoy la nieve cubre casi toda la ladera, justo hasta la cuerda. Con nieve recomiendan dar un rodeo por la izquierda para salvar este espolón, pero dudamos, pues esto último nos obliga a recorrer un terreno desconocido, y en el estado en que se encuentra la nieve nos va ha obligar a realizar un mayor esfuerzo. Al final optamos por esta última opción, pues no sabemos en que estado estará la otra vertiente y si no estaría transitable nos obligaría a descender otra vez. Para bordear este espolón tenemos que realizar una travesia por roca algo espuesta, que con el mochilón que llevamos nos obliga a que lo hagamos con la máxima concentración. Pero enseguida pasamos a la otra vertiente, para comprobar que el paso de la cuerda por aquí está totalmente limpia de nieve y que es totalmente transitable. Son las 3 de la tarde y hay que pararse a comer. Dando ya vista a toda la zona de Cabrones, en una buena sombra nos paramos. El silencio es sobrecogedor, así como las vistas, y como nuestra ascensión ya llega a su fin, nos dedicamos a llenar nuestros estómagos, así como nuestros espíritus

nos ponemos de nuevo en marcha para afrontar los últimos metros de nuestro recorrido de hoy, y pasadas las 4 de la tarde, por fin damos vista al refugio. Esto es lo que se veía

llegamos, y después de tomar posesión de el, nos dedicamos a disfrutar del dia y del lugar. El temor a que nos lo encontrásemos con gente se disipa, la verdad es que en todo el dia solo nos hemos encontrado con una persona que subia la canal de Amuesa y que se quedó por la zona de la majada para luego volver a descender 

como aún es pronto para cenar, hablamos de que hacer hasta entonces. ¿hacemos la Párdida? ¡uuuff! eso queda muy lejos, mejor subimos a la collada del Agua y vemos la puesta del sol por el Occidental. Pero nada más decirlo, como estaba pronosticado, comienza a meterse la niebla y en pocos minutos la visibilidad es nula, solo de vez en cuando nos deja ver un poco el majestuoso pico de la Cabrones. Así que para no ver nada, mejor nos quedamos aquí


tenemos todo el refugio para nosotros, y los que han andado por aquí los fines de semana pasados, han dejado descubierta de nieve la fuente que hay por debajo del refugio, por lo que no tenemos que esforzarnos para coger agua, solo caminar un poquito hasta la fuente, como tenia que hacer cuando era niño en el pueblo

pasadas las 9 de la tarde preparamos nuestros "nidos". Hemos cargado con sacos, fundas, esterillas, y aquí tenemos buenas colchonetas, buenas y abundantes mantas, y hasta sábanas, pero siempre hay que ir preparado por si toca dormir al "raso", vamos, vivaquear. Afuera, una espesa niebla nos oculta las montañas que nos rodean, como para mañana han dado algo de lluvia, nos tememos que el objetivo de realizar el corredor no lo podamos cumplir. El camino que tenemos que recorrer para acceder al corredor, y después para descender hasta Amuesa seria casi imposible realizarlo con niebla. Con esta incertidumbre nos postramos en los brazos de Morfeo

a las 4 me levanto a "evacuar" y cuando salgo a la calle me encuentro con una agradable sorpresa, el cielo está totalmente estrellado y la niebla de anoche ha desaparecido por completo. Ilusionado y con la esperanza de que mañana nos "aguante" por lo menos hasta el mediodia vuelvo a meterme en el saco

he puesto el despertador a las 5,30, pues algún miembro de esta expedición anda diciendo por ahí, que si soy muy lento para levantarme, que si soy muy lento para desayunar, que si soy muy lento para hacer la mochila.... Cuando salgo a la calle veo que sigue despejado, así que desayunamos y nos preparamos para salir hacia el corredor. A las 7 estamos listos para partir, y de repente comienzan a entrar nubes por encima de los Traves por la collada del Agua y por la salida del Jou hacia el norte ¡maldita sea! ¡aquí se desvanece nuestro proyecto! con niebla no podemos ir hacia el corredor, es un terreno bastante caótico y que casi no conocemos y con esta niebla tenemos todas las papeletas para perdernos, además, la bajada del corredor hacia la majada de Amuesa pasando por Orandi, es también muy problemática con niebla. ¡Pues nada! ¡para abajo por donde subimos ayer!

antes de partir nos hacemos unas fotos antes de que entren del todo las nubes

como parece que de momento están un poco retenidas y el amanecer está precioso, no nos resignamos a bajar sin hacer algo de actividad y nos planteamos hacer cumbre en el Trave central, subida que se acomete al poco de dejar el refugio, dejaremos lo no necesario entre las rocas y con lo imprescindible, crampones y piolet incluidos, subiremos para arriba. Y comienza la "bacilada del dia" de las nubes. Cuando hemos sacados las cosas de las mochilas, toda la cumbre y la subida quedan ocultas por la niebla ¡se fastidió la subida! pero cuando comenzamos a llenarlas otra vez, se despeja ¡vamos para arriba y que sea lo que Dios quiera! cuando estamos poniendo los crampones se vuelve a cerrar ¡se acabó! ¡vamonos para abajo, porque subir para no ver nada....! ¡que esto no tiene solución!. Y con el rabo entre las patas como se suele decir, volvemos a llenar nuestras mochilas y comenzamos nuestro descenso con los hojos bien abiertos para no perder el sendero y nuestra huella de ayer

aqui Jose esperando a que las nubes y nosotros nos decidamos

aparte de las nubes, el corredor también parece reirse de nosotros

por lo menos las nubes nos dejan sacar estas bonitas fotos

el espolón que ayer pasamos bordeándolo, hoy lo pasamos por arriba, osea, por el paso de la cuerda, lo que hace más directo nuestro descenso. Como ahora disponemos de mucho tiempo, antes de afrontar el paso, hacemos unas prácticas de autodetención en la nieve, que nunca vienen mal. El cielo se ha tapado por completo y en algún momento caen algunas gotas, pero la niebla de momento no se ha cerrado del todo y nos deja bajar sin ningún problema de visibilidad

cuando llegamos al collado de Cima, entrada de la canal de Amuesa, las nubes comienzan a disiparse y dejan entrar el sol sobre Bulnes, y saco esta bonita fotografía. Hemos bajado muy rápidos y por la hora que es vemos que podemos llegar a casa para comer, lo que pone alas en nuestros pies ante la pespectiva de poder echar una buena sietecita en nuestras camas. Nos lanzamos por la canal de Amuesa a todo "cisco"


antes fotografio unos tritones en el pilon que hay al inicio de la canal

y estas las saco después de bajarla, en el tramo tan bonito que hay antes de llegar a Bulnes


a donde llegamos un poco antes de las 12

la canal del Tejo, llena de escursionista domingueros, lo digo porque era domingo ¿eh?

y cuanto más descendemos más se van disipando las nubes, por aquí abajo ha quedado un día luminoso y primaveral. El canto de los pájaros nos alegra todo el descenso hasta Poncebos

a donde llegamos a la 1,15 con tiempo suficiente para llegar a casa a comer y pararnos antes en Arenas a tomarnos unas refrescantes cañitas de cerveza. Nos vamos con una sensación un poco frustrante, como que hemos perdido el día, pues el corredor se ha marchado de "rositas". Pero a la vez bajamos muy satisfechos, pues el mero hecho de subir a Cabrones ya merece toda una actividad. Se han oído frases como estas ¡me he enamorado de este sitio! ¡aquí hay que subir por lo menos una vez cada invierno! ¡que gozada disfrutar de un refugio como este para nosotros solos! y la que más me ha gustado ¡este sábado que viene le tengo libre! ¿subimos ha hacer el corredor en el día? ¡¡y parece que va a ser que si!!


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