Norma que debiera ser de obligado cumplimiento

Norma que debiera ser de obligado cumplimiento para todos
Para facilitar la organización de vehículos y saber a quienes hay que esperar en Mompía o en cualquier otro lugar de reunión de salida, se ruega muy encarecidamente enviar un mensaje bien al móvil, o bien al correo electrónico de Alberto o quien dirija la salida, indicando quiénes van a ir a la marcha, lo más tarde el viernes al mediodía, si es posible.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Intento al Castro Valnera: Explorando territorio pasiego

El pasado sábado 25 de Mayo nos acercamos a territorio pasiego.
Pasando por la Vega de Pas nos llegamos hasta Pandillo con la intención de ascender al Castro Valnera por su arista Noroeste, por donde transcurre el recorrido del Km vertical, carrera de montaña que casualmente, al día siguiente de nuestro intento, el domingo 26, realizaría su segunda edición.
El día amaneció totalmente cubierto, aunque las previsiones decían que a lo largo de la mañana las nubes se irían disipando.
Pero a medida que nos vamos acercando hacia Pandillo las nubes son mas espesas, cae una ligera pero constante lluvia, y vemos que a partir de los 800 metros nos espera una espesa niebla (partimos de la cota 500).
Nos ponemos en marcha pasadas las 8,30 con la esperanza de que las previsiones se cumplan y a lo largo de la mañana la cosa vaya mejorando.
Los cinco expedicionarios, Jose, Isa, Jesús, Espe y el que suscribe.
Vamos ascendiendo por un marcado sendero y enseguida nos metemos en la niebla. Viento, frio (6º marca mi termómetro) y una fina y constante lluvia nos acompañan, pero el sendero se sigue bien y continuamos nuestra ascensión.
Hacia las 10,30 llegamos a Colina, un llano donde encontramos varias cabañas y nos paramos a picar un poco. Estamos en la cota 1.150. A partir de aquí la arista se pone mas vertical y con el sendero menos marcado. La niebla sigue muy espesa, ¿que hacer?.
Jesús comenta que el en una ocasión, desde este punto, recorrió un sendero que ladeando la vertiente norte de la Capía, (montaña situada al oeste del Castro) enlaza con la bajada hacia Ruyemas por donde nosotros pensábamos descender si hubiésemos llegado a la cumbre del Castro.
Decidimos continuar mientras tengamos sendero marcado.
Pero al cabo de un rato, al llegar a una de las muchas riegas que recorren estas laderas, el sendero desaparece, y tras un rato de buscar continuidad, al no encontrarla, nos damos la vuelta. Sin sendero y con esta niebla imposible continuar.
Cuando estamos llegando de nuevo a Colina, vemos unos metros mas abajo de donde nos encontramos, otro sendero mas marcado que el que hemos recorrido y decidimos seguirlo, a ver si este nos lleva hacia la bajada a Ruyemas.
A los pocos metros encontramos marcas de sendero de corto recorrido, lo que nos da ánimos pensando que este sendero es el bueno.
Pero después de recorrerlo durante un buen rato nos ocurre lo mismo. El sendero llega a una campa donde desaparece. Buscamos continuidad durante un rato, con mucho cuidado de no desorientarnos en la espesa niebla, pero no encontramos nada (ya en casa, en el sigpac he visto que el sendero tenia continuidad un poco mas a la izquierda de donde buscamos).
Por lo tanto, ¡media vuelta y a volver por donde hemos venido!
De nuevo en las cabañas de Colina.
 Jesús nos propone descender hasta el desvío que tomamos esta mañana para ascender aquí y que continuaba hacia Ruyemas, una serie de brañas con praderías, cabañas, y muchos avellanos, y acercarnos hasta unas cascadas muy bonitas que hay por encima de estas brañas.
Descendemos de nuevo hacia Pandillo por el sendero que ascendimos por la mañana. Saliendo de la niebla.
Por cierto, como se ve en la foto, la organización del Km. vertical está colocando los banderines azules en el recorrido para el día siguiente.

Descendiendo vemos la zona de Ruyemas. A la derecha de la foto vemos también el hayedo que recorrimos por la tarde para completar el circuito y que tantos bellos rincones nos mostró.

 Una de las cabañas de Ruyemas.
En esta nos paramos a comer. La lluvia ya hacia rato que había cesado y las nubes poco a poco se iban disipando.
 Isa se autoretrata.
Después de comer, salvando unas empinadas cuestas herbosas, nos acercamos a estas espectaculares cascadas.

Desde ellas tenemos esta otra vista de Ruyemas con el hayedo que recorreremos mas tarde al fondo.
 Como veis, unos rincones preciosos.
Desde las cascadas recorremos este farallón que nos lleva a otras bonitas cascadas. Por el collado que se ve al fondo tendríamos que haber descendido si hubiésemos llegado al Castro Valnera.

Descendemos de nuevo hacia Ruyemas. Jesús con una "mini cabaña"
 Al fondo las cascadas donde hemos estado.


La vegetación en plena efervescencia.
Desde Ruyemas siguiendo un camino que desciende hasta donde tenemos el coche en Pandillo, nos introducimos en un hayedo cuyo recorrido fue un verdadero deleite para los sentidos.
Como digo en el vídeo, el monte mejor conservado que he visto en mi dilatada vida.
Por entre las ramas de los árboles se nos descubren las cascadas visitadas.

Tras la lluviosa primavera, todo el monte luce un verde exuberante.
 Unos raros helechos.
Parte de la arista recorrida esta mañana. La niebla poco a poco va retrocediendo.
 Mas rincones preciosos.

Por esta primera loma hemos ascendido y descendido esta mañana.
Otra vista de la arista que queda pendiente para no tardando mucho venir a completar su ascensión.
Últimos tramos por el hayedo antes de iniciar el descenso hacia Pandillo.
La Capía, cuya loma tendríamos que haber recorrido, con los últimos trazos de niebla y la canal por donde tendríamos que haber descendido, y que espero que sin tardar mucho, descendamos.
Llegando a Pandillo nos encontramos con estos simpáticos burritos.
No hemos llegado al Castro, pero hemos descubierto rincones de gran belleza. Y al Castro, por esta espectacular arista, no tardaremos mucho en volver a intentarlo.
Para celebrarlo Jesús nos recomienda un bar en la Vega de Pas donde nos pusimos morados de cerveza, queso y chorizo frito.
¡Hasta la próxima!

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