Norma que debiera ser de obligado cumplimiento

Norma que debiera ser de obligado cumplimiento para todos
Para facilitar la organización de vehículos y saber a quienes hay que esperar en Mompía o en cualquier otro lugar de reunión de salida, se ruega muy encarecidamente enviar un mensaje bien al móvil, o bien al correo electrónico de Alberto o quien dirija la salida, indicando quiénes van a ir a la marcha, lo más tarde el viernes al mediodía, si es posible.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Por Peña Main sin la Cabeza la Mesa

Después de una semana completa de lluvia y frío por todos los lados y nieve en las montañas, por fin, para este fin de semana nos anuncian dos días de cielos despejados. Toca aprovechar para ir a disfrutarlo en la montaña. Tenemos que realizar la última marcha del calendario correspondiente a los meses en los que suelen imperar las condiciones invernales.
Salida desde Puente Poncebos para recorrer el antiguo camino que comunicaba esta población con el pueblo asturiano de Tielve antes de la construcción de la carretera que llega a este pueblo, al también asturiano Sotres y al cantábro Tresviso. Desde Tielve afrontaremos la ascensión a la cumbre de Peña Main, pasando por la majada de Vierru.
La idea es realizar el descenso por la vertiente sur de esta montaña, es decir, por el collado Pandébano, por Bulnes y por la Canal del Tejo para llegar de nuevo a Puente Poncebos.
Varios alicientes tiene en principio esta marcha. En ella se incorpora por primera vez a nuestro grupo, el asturiano de la zona de Mieres David, al que conocimos en Diciembre cuando subimos a Peña Blanca en la Sierra de Cuera, que viene con dos amigos, Cesar y Luis.
También se va ha incorporar Esperanza, después de un año de "ausencia", con su compañero Javier.
Otro aliciente de esta marcha es que ya no cargaremos con material de invierno (gran error, como comprobaríamos mas tarde), pues como la cumbre está a 1.612 m., aunque sí esperamos encontrar algo de nieve tras las nevadas de los días pasados, pensamos que no pasará de los 15-20 cm., y con llevar las polainas para que no se cuele la nieve en las botas, creemos será suficiente.
Y con este ánimo nos pusimos en marcha unos minutos antes de las nueve los doce que se ven en la foto, con un mañana fresca pero muy prometedora.
Una mención aparte para Mayte.
Me llamó el viernes para comunicarme que tenía muchísimas ganas de hacer la marcha, pero que tenía un "problemilla". Tenía que estar en Santander para las cuatro de la tarde.
-¡Ufff! ¡imposible!
-La marcha nos llevará como mínimo ocho horas, ¡así que, echa cuentas!.
Después de más de media hora hablando por teléfono y explicarla un poco por dónde trascurre la ascensión, llegamos a la siguiente "solución".
Ella subirá hasta Tielve en coche y hacia las diez de la mañana comenzará la ascensión hacia Peña Main ella sola. Nosotros, a esa hora, estaremos hacia la mitad del trayecto entre Poncebos y Bulnes, y como llevamos los walquis y ella también posee un par, estaremos en comunicación, y aunque no nos acompañe en la marcha disfrutará del día tan espléndido que anuncian. Se supone que nos cruzaremos cuando nosotros estemos ascendiendo y ella ya descienda de la cumbre.
Tantas veces que he estado en Puente Poncebos y nunca me había fijado en el sitio  donde se juntan el Duje y el Cares. Foto tomada a la salida del túnel que hay a la entrada de Poncebos. Bajan con un fortísimo caudal tras las intensas lluvias de días pasados.
Rápidamente ganamos altura por el sendero que, en cortos zig zags, se eleva sobre la carretera y nos comienza a ofrecer magníficas panorámicas, ésta, con el Murallón de Amuesa al fondo.
Y ésta, con Peña Main, a cuyo punto más alto intentamos llegar hoy.
Tras dejar atrás las revueltas del camino, éste continua por la ladera izquierda, según vamos, del río Duje y de la carretera. La mañana luminosa y despejada. El panorama, un auténtico deleite. Hoy la máquina de fotos va ha echar humo.
Echamos la vista atrás para contemplar las cumbres nevadas del Occidental, con la garganta del Cares a sus pies.
Seguimos ascendiendo y disfrutando.


Un poco antes de las once, como es de rigor en este grupo, nos paramos a tomar las "once", con estas estupendas vistas.
Aprovecho para hacer una llamada a Mayte para ver si ya está a la escucha.
Me contesta. Se la oye muy bien.
Me dice que está ascendiendo hacia Vierru y que hay mucho lío de caminos.
Después del descanso y del refrigerio, continuamos nuestro ascenso para llegar en pocos minutos al lugar donde damos ya vista a Tielve. Sin llegar a este pueblo, cruzaremos el río y la carretera para iniciar el ascenso hacía Peña Main

Tras un rato de ascender por una pista, llegamos a la majada Vierru, situada al pie del pico del mismo nombre.
Donde realizamos una parada de "reagrupamiento"
Esta majada y sus alrededores nos descubren rincones de una gran belleza. Dan ganas de quedarse por aquí una buena temporada, a salvo de tanto desastre con que nos machacan por aquí abajo un día sí y otro también.

Atravesamos unas bonitas praderías al pie del Pico Vierru en busca de un sendero que nos debe introducir en un monte de hayas.
Pero a partir de este punto, por debajo aún de los 1000 m., nos encontramos ya con nieve, lo que dificulta que podamos localizar el sendero.
Un poco por mis recuerdos de la vez anterior que pase por aquí (hace ya diez años) y otro poco por intuición vamos ascendiendo hasta que encontramos las huellas de Mayte.
Ella ha estado a punto de darse la vuelta al no encontrar el camino, pero al final localiza unas marcas y unos jitos y va ascendiendo por la nieve hacia la cumbre de Peña Main.
Nosotros ahora lo tenemos mas fácil. Vamos ascendiendo siguiendo su huella, (un ¡ bravo! para ella, que ha sabido muy bien intuir el camino) lo que nos viene muy bien para progresar por un terreno pendiente y con mucho matorral, y, aunque el sendero tapado por la nieve se intuye por muchos sitios, en otros, no es fácil saber por dónde transcurre.
Tras un gran esfuerzo por parte de todos, hundiéndonos en la nieve, llegamos a un collado desde el cual se accede a la cumbre tras ir ascendiendo hacia nuestra derecha.
Hablo con Mayte, que aún se encuentra por encima de nosotros, y me dice que no ha podido llegar a la cumbre.
Dani y Julian nos dicen que no continúan, se bajan para abajo con Mayte.
Nosotros continuamos y enseguida nos encontramos con ella. Tras un cruce de impresiones, ella continúa descendiendo y va al encuentro de Dani y Julian, y nosotros continuamos el ascenso con muchas dudas sobre nuestras posibilidades de hacer cumbre hoy.
Y efectivamente, la Cabeza la Mesa no va a sentir hoy nuestra presencia. Progresar con esta nieve por un terreno tan rocoso es un auténtico suplicio. En varias ocasiones alguno de nosotros se hunde hasta casi la cintura, con el riesgo de hacerse alguna lesión grave.
-¿Dónde están las raquetas?
Bordeamos una cumbre que tenemos a nuestra derecha y que nos oculta la cumbre principal que se encuentra al otro lado de ella, con la ilusión de llegar a ver las vistas tan magníficas que desde esta zona se tiene del macizo central.
Y tras un rato de duro esfuerzo abriendo huella, nuestro esfuerzo se ve compensado con la vista de toda la parte norte de este macizo, que tiene una impresionante carga de nieve para las fechas que estamos.
Son ya casi las tres de la tarde, ¡y hace un hambre!.
Así que, ¡a comer!
Aunque no hemos hecho cumbre, disfrutamos de lo lindo de las vistas, de la comida y de la compañía

Estas fotos son el mejor ejemplo del día que estábamos disfrutando. Neverón de Urriello y los Albos.

Una panorámica donde se aprecia mejor lo que veíamos.
Magnífica vista del Pico Deboru en el macizo Oriental, cuya cumbre pisé no hace mucho con nuestro amigo Jose.
El descenso hacia Pandébano como teníamos pensado en un principio, con esta nieve, imposible.
Así que, aprovechando la huella de subida, iniciamos el descenso por el mismo sitio.
Al volver al collado nos encontramos de frente con esta vista del Agudo Sonllano y Cabeza Sonllano, que así se llaman estas espectaculares montañas, cuya zona visitamos allá por el mes de Noviembre.
Cuando salimos de la zona con nieve, sólo nos queda disfrutar de todo el descenso hasta Poncebos.
Praderías de Vierru
El pico Vierru.
El pico Vierru, con el monte por donde hemos descendido, visto ya desde el camino de Tielve a Poncebos.
Todo este camino, y más con el día que tenemos, es un auténtico deleite.


Otra vista del pico Vierru, esta vez por su cara Oeste.
Pasadas las siete de la tarde, terminamos nuestro caminar por hoy.
El esfuerzo ha sido grande, (¿verdad Cesar?) pero ha merecido muy mucho la pena.
Los nuevos se han dado cuenta lo que supone andar con el 2000 y Pico, pero se conoce que les ha gustado, pues manifiestan que a la próxima marcha, que será al Castro Valnera desde Pandillo, se piensan apuntar.
Nosotros, encantados.
Así que ¡bienvenidos! y hasta la próxima,
¡Nos vemos el sábado en el homenaje a Maruja!

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