lunes, 23 de diciembre de 2013

Tres montañeros, tres cumbres: Peña Vieja, Sta. Ana y Tº de los Horcados Rojos

Una de las montañas que mas satisfacciones da, sobre todo en invierno, es sin lugar a dudas Peña Vieja.
Sus 2.613 m. la convierten en una de las pocas cumbres que sobrepasan los 2.600 m. en los Picos, aparte de que esa altura la convierte en el punto mas alto de Cantabria después de Torre Blanca, (2.617) aunque esta última compartiendo su cumbre con Leon.
Como hacia ya casi cuatro años que no pisábamos su cumbre, el pasado sábado día 14 Jose, Jelu y yo cogimos el "paratu" (aunque la idea inicial era haber subido por la Jenduda) y nos plantamos en el Cable en el primero de la mañana, y pasadas las 10 nos pusimos en marcha con un magnífico día, para llegar hasta el corredor que sirve en invierno de entrada a la Canalona
Esta foto desde el mirador del Cable no puede faltar nunca en invierno, con Peña Remoña, la entrada a la Vega de Liordes y la canal del Embudo por debajo de ella, a la derecha el Pico de la Padiorna y sobre todo, la "pindia" canal de la Cela enterita de blanco.
Nos ponemos en marcha viendo al fondo por donde trascurre la primera parte de nuestra ascensión de hoy.
 Por debajo de Peña Olvidada con un paisaje que no tiene nada que ver con el que se ve sin nieve.
Subimos por la senda que lleva hacia Cabaña Verónica y los Horcados Rojos y cuando llegamos a la altura del corredor que nos dará acceso a la Canalona, Jelu nos propone intentar hacer los tres montañeros que venimos hoy, tres cumbres. El se ira a la Tº de los Horcados Rojos y Jose y yo intentaremos hacer Peña Vieja y uno de los Picos de Sta. Ana.
Nos separamos, y mientras nosotros nos preparamos para meternos en el corredor, Jelu continua camino hacia los Horcados Rojos con una buena nieve para andar con crampones.
A la entrada del corredor nos juntamos con dos chicos de Aviles, Pablo y Gonzalo que se unen a nosotros, siendo los únicos que haríamos hoy cumbre en Peña Vieja.
Jose como siempre se adelanta abriendo camino y facilitándonos la ascensión. Con personas así es un placer hacer montaña. Aquí le vemos en plena ascensión de la Canalona.
Cuando llegamos al collado de la Canalona, nos encontramos a nuestro frente la ladera de 200 m. que llevan a su cumbre, como casi siempre al ser una zona venteada, con poquita nieve.
Y a nuestra espalda esta magnífica vista de la zona Tº Blanca-Llambrion y La Palanca.
Enfilamos la travesía por debajo de las Coteras Rojas para afrontar el tramo final.

Jose dando los últimos pasos para llegar a la cumbre.
Los asturianos recorriendo la pequeña arista antes de la cumbre con un ambiente magnífico. Vista hacia el Norte.
Vista hacia el Oeste.
Vista hacia el Este
Las fotos de cumbre no pueden faltar.

Jelu que también ha llegado a la cumbre de los Horcados Rojos, nos fotografía en el momento que llegamos a la cumbre.
Comemos en la cumbre disfrutando de un panorama que embelesa se mire hacia donde se mire. La temperatura es muy agradable.
-¿Ya nos tenemos que ir?- Cuesta iniciar el descenso.
El paisaje y el silencio lo llenan todo y me invade una gran serenidad.
Pero no me puedo quedar aquí, ¡mas sin el saco ni la funda de vivac!
Las paredes de la cara sur de las Cotera Rojas hacen que nos sintamos muy diminutos.
Llegamos de nuevo al collado de la Canalona y Jose pregunta:
¿Subimos al Sta. Ana?
Los asturianos dicen que no, que ya han tenido suficiente por hoy.
Yo dudo un poco por la hora. Hay que esta antes de las 6 en el Cable, a no ser que queramos descender por el Hachero.
Finalmente me decido e iniciamos el ascenso de la pala que nos lleva asta la cumbre. Son solo 150 m. de desnivel y luego el descenso por la nieve se realiza con mucha rapidez.
En menos de media hora llegamos a la cumbre del Sta. Ana Este.
Jose en esta impresionante cumbre. Lo hemos realizado, 3 montañeros, 3 cumbres en el día.
El descenso por la Canalona es rápido, pero el sol de la tarde pega de lleno y da una sensación de mas de 25 º y la nieve, aunque solo sea superficialmente, se pone tan "paposa" que ni los antizuecos de los crampones realizan bien su cometido.
Tenemos que extremar las precauciones para no resbalar.
Pasadas las 5,15 llegamos al teleférico. Nos ha sobrado tiempo, y aunque da mucha pereza descender a la civilización, no esperamos a la última salida, pues Jelu ya nos está esperando en el coche.
Al sol le queda ya poco para ocultarse, es lo que tiene estar en los días mas cortos del año.
Ha sido otro gran día de montaña. En días como este, el hacer montaña invernal adquiere toda su plenitud y sentido.
Por último, como siempre, os pongo un vídeo, con el deseo que sea de vuestro agrado. Es otra manera de mostraros nuestras vivencias del día.


¡Hasta la próxima y que paséis unas muy felices fiestas!

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