La ascensión invernal al Espigüete por este corredor, hacia ya dos años que lo tenia pendiente de repetir (esta seria mi tercera ascensión) con mi amigo y compañero de montaña Jose, que aún no conocía esta ascensión.
Esta temporada invernal que comenzó muy bien allá por el mes de Noviembre, después no nos ha dejado hacer mucha actividad debido a las malísimas condiciones que ha presentado la montaña hasta hace muy pocos días. Afortunadamente, el anticiclón de las Azores, por fin se ha adueñado del cielo de la Península y nos ha deparado unos días magníficos para hacer montaña, así que el pasado viernes día 7, por fin, a las 6 de la mañana partimos de Santander con dirección a la montaña Palentina con dos posibles opciones; el corredor sur del Curruquilla o el norte del Espigüete. La propuesta del Curruquilla se debe a que es una ascensión que también hace tiempo que la tengo echada el ojo y que aún no he realizado, y porque las condiciones para su ascensión podían ser las ideales en estos días.
Pero a Jose le atrae mas el Espigüete, es mucho mas montaña que el Curruquilla, donde va a parar, además ya tiene ganas de comprobar por su propia cuenta la fama de este corredor.
Cuando uno se propone afrontar ascensiones de este tipo, las horas previas están siempre cargadas de incertidumbres y de preguntas que nuestro cerebro se hace continuamente.
- ¿Como encontraremos la nieve? ¿habrá mucha? ¿estará dura? ¿habrá peligro de aludes? ¿encontraremos placas de hielo que nos pongan en peligro de resbalón?. Automáticamente, mientras nuestra mente se hace estas preguntas, en nuestro estómago se forma un nudo que nos oprime y nos angustia un poco y nos hace ver que nos estamos metiendo en una auténtica aventura. Quizá sean estas sensaciones las que al final hace que esta afición de ascender montañas nos atraiga y nos apasione tanto.
Decidido ya nuestro destino, cuando descendemos hacia el pueblo de Triollo tenemos esta magnífica vista del Curavacas recibiendo los primeros rayos del sol de la mañana.
Y al llegar a Alba de los Cardaños así se nos presenta el Espigüete, nuestro objetivo de hoy. Vemos que la parte superior de la montaña está muy cargada de nieve.
Llegamos al aparcamiento que hay junto a la carretera entre los dos pueblos de Cardaño, nos preparamos y pasadas las 8,30 nos ponemos en marcha por el camino que se introduce por el valle de Mazobre. Recorridos los primeros cien metros comenzamos a pisar nieve.
Así estaba la cara norte de la montaña.
Recorremos el camino que transcurre al pie de la larga cara norte de la montaña hasta enfilar al gran plató anterior a la entrada del corredor, a la altura de la bonita cascada del río Mazobre que dejamos a nuestra derecha.
Aquí se ve el recorrido por el corredor en esta foto tomada desde el Pico Murcia años atrás.
Al divisar la parte superior de la montaña nos confirma lo visto en la cara sur. Toda la arista luce un espectacular manto blanco que nos hace recordar las montañas andinas. Y nosotros lo tendremos sobre nuestras cabezas en nuestro progreso hacia el collado anterior a la cima. Inmediatamente acude a mi mente otra interrogante ¿correremos peligro de que se nos venga encima parte de esa nieve?
Pero vamos por tiempos. Primero vamos a disfrutar de este espectacular sitio y del buen estado de la nieve, que quitando en algún tramos que nos encontramos algo de nieve polvo, está muy buena para caminar, sobre todo si llevas por delante a un buen "abre huella" como Jose.
A medida que vamos ascendiendo y nos vamos acercando al gran farallón rocoso que nos hará torcer a nuestra derecha, la cosa se pone mas empinada, que tiene la ventaja de que se superan mas rápidamente metros de desnivel.
Cuando el corredor comienza a girar hacia la derecha, encontramos una gruesa capa de nieve polvo aún sin trasformar que hace sudar la gota gorda a mi compañero.
Le invito a que me deje ir algo delante, pero su impaciencia no le deja ir por detrás mio y enseguida se vuelve a poner por delante. ¡Sarna con gusto.....!
Estamos tan pendientes de los pasos que damos que ni me doy cuenta de la carga de nieve que tenemos sobre nuestras cabezas y casi sin darnos cuenta nos acercamos al final del corredor.
En este tramo ya próximos a la arista, el ambiente que nos rodea es espectacular.
¡Estoy disfrutando como nunca!
Jose ya a pocos pasos de acceder a la arista, la emoción nos embarga a los dos.
Cuando esta mañana salimos del aparcamiento, coincidimos con dos chicos madrileños que se dirigían al corredor noreste. Ellos salen a la arista al mismo tiempo que nosotros y nos sacan esta espectacular fotografía.
La salida a la arista resulta todo un impacto de sensaciones. Ante nuestros ojos se nos muestra con una gran belleza, totalmente tupida del blanco elemento que no deja aflorar ningún tramo de roca.
Jose totalmente emocionado cuando llega a la arista.
Cuando afrontamos el recorrido por la afilada arista para llegar a la cumbre, los madrileños nos vuelven a fotografiar, ¡y como una imagen vale mas que mil palabras........! pues eso.
Ahora soy yo quien los fotografío a ellos.
Jose acercándose a la cima. ¿Seguro que estamos en la cordillera cantábrica?
El embalse de Camporredondo aparece a nuestros pies y hace contraste con la blanca montaña.
Los madrileños también se van acercando por la arista.
Últimos pasos por la afilada y espectacular arista.
¡¡Cumbreeeeeee!!
Hacia el oeste toda la cordillera asturianoleonesa con la Peña Ubiña llamando la atención al fondo.
Los madrileños también llegan a la cumbre y lo celebran como se merece el día.
Hacia el este la larga y preciosa arista del Espi con el Curavacas al fondo.
La foto de cumbre de los dos cántabros.
Pero aún nos queda el descenso que realizaremos por el mismo sitio de subida. Los madrileños nos acompañarán.
Después de recuperar fuerzas con nuestras viandas mis ahora tres compañeros inician el descenso.
Yo me quedo un rato mas en la cumbre y les fotografío su recorrido por la arista.
Y en el primer tramo del corredor donde se cruzan con tres esquiadores que ascienden hacia la cumbre.
Me cuesta dejar la cumbre, como está hoy la montaña no es fácil encontrarla y mis ojos no se cansan de admirar tanta belleza. Pero no queda otra, hay que descender. Haré trabajar a mi mente para que no olvide tan fácilmente lo vivido hoy.
Jose me saca en el inicio de mi descenso con la huella de los esquís que han dejado los que iban para la cumbre.
Seguimos disfrutando en el descenso que hacemos con mucha rapidez. Lo que nos ha llevado tres hora en ascender, lo descendemos en menos de una y media.
Vista desde el corredor del Pico Murcia y de los Picos al fondo.
Un último vistazo a la montaña que nos ha acogido y nos ha mostrado tanta belleza. Con la luz del atardecer se muestra aún mas espectacular.
Como vamos bien de tiempo (mi amigo Jose entra a trabajar a las diez de la noche) nos acercamos a admirar la cascada de Mazobre.
El valle de Mazobre que tenemos que descender hasta llegar al aparcamiento.
La tarde nos sigue deparando bonitas imágenes.
En nuestro descenso vemos el corredor noreste con la huella dejada por los madrileños.
Llegamos al coche, nos despedimos de los madrileños que inician el regreso hacia la capital del reino y nosotros también iniciamos el regreso por carretera. Pasando por el pueblo de Alba de los Cardaños nos despedimos de la montaña que tantas emociones nos ha proporcionado en el día de hoy.
Pasando el pueblo de Triollo nos paramos para fotografiar el corredor del Curruquilla.
Y otra imagen del Curavacas que también esta espectacular. Por el Callejo Grande se veía la huella que delataba que hoy también algún montañero ha pisado su cumbre.
Este día solo se podía rematar de una manera acorde con lo que nos ha deparado. Parando en el bar la Cascarita en Cervera de Pisuerga, donde te sirven unas raciones de chicharro en escabeche, de chorizo, de queso y de pan para morirte.
Así lo hicimos y nos pusimos ¡¡morados!!
Y por último, el vídeo de la ascensión.
¡BUSCAD LA BELLEZA, ES LA ÚNICA PROTESTA QUE MERECE LA PENA EN ESTE ASQUEROSO MUNDO!
Enhorabuena Jose y Berto...¡¡¡ La montaña estaba espectacular, impresionantes las fotos y el día, normal que no os diesen los ojos y las emociones para tanto espectáculo.
ResponderEliminarA seguir disfrutando de la montaña compañeros.
Un abrazo¡¡