viernes, 9 de mayo de 2014

El Cueto del Albo desde Poncebos y descenso por Piedra Bellida

Cuando nos acercamos en coche a la localidad de Puente Poncebos y elevamos la vista hacia las impresionantes crestas que nos rodean, inmediatamente llama nuestra atención una muy alta cumbre con una inmensa ladera de forma triangular que nos obliga a torcer bien el cuello para poder alcanzar su cumbre con la vista. Esta visión nos impacta mucho mas, cuando las montañas lucen un espeso manto blanco que nos indica que estamos en temporada invernal. E inmediatamente nos viene a la boca esta expresión:
¡Que guapo ascender toda esa ladera!. Pero toda esa ladera tiene 1.000 m. de desnivel, mas otros casi 1.250 que no se ven, en total unos 2.250 m. desde Puente Poncebos.
Y este es el proyecto que llevábamos en mente el sábado pasado día 3 de Mayo Jose, Alvaro y el que esto escribe cuando partimos de Mompia a las 6,30 de la mañana. Nuestro primer destino es Panes, donde recogeremos a Juan Carlos que también se ha apuntado a "la expedición". Saldremos de Puente Poncebos para ascender por la Canal del Texu, llegaremos a Bulnes de Arriba desde donde acometeremos la larga canal de Amuesa que nos ascenderá hasta la cuesta del Trave, la cual dejaremos enseguida para descender unos metros hasta la majada de Orandi, desde donde accederemos ya a la parte occidental de la cuesta del Albo, a una altitud de unos 1.600 m., por lo que desde este punto nos quedarán unos 820 metros para llegar a la cumbre del Cueto del Albo de 2.412 m.
La foto de salida para que quede constancia, como se ve, con caras muy risueñasa. No lo estaban tanto 14 horas después cuando llegamos al mismo punto.
Camarmeña recibe los primeros rayos solares de la mañana.
Subiendo por el sendero que llega hasta Bulnes, con la canal de Bobias al fondo.
Recorriendo los Llanos del Tornu con la canal de Amuesa al fondo.
Aunque calienta el sol, la temperatura es mas bien fresquita, ideal para caminar y aunque la canal es larga y pindia, en esta ocasión me parece mas corta que otra veces. Mis compañeros en la fuente que hay al final de la canal, con los Llanos del Tornu y el pueblo de Bulnes al fondo.
Desde el collado de Cima donde acabamos de llegar, se nos muestra majestuosa nuestra montaña con toda la ladera que tenemos que superar.
Ascendemos un tramo de la larga cuesta del Trave con los Cuetos del mismo nombre sobre nuestras cabezas.
La dejamos enseguida para descender unos metros hasta la abandonada (como casi todas hoy en día) majada de Orandi.
A pocos metros de la majada tenemos que salvar este sedo para dirigirnos, tras atravesar el Jou Lluengo, hasta el paso que nos depositará en la cuesta del Albo.
Aquí estamos salvando dicho paso.
Ahora nos toca armarnos de paciencia e ir pasito a pasito superando los 800 m. que nos quedan para llegar a lo mas alto. La nieve ya muy escasa, solo la encontramos en algunos neveros y en los últimos 400 m. donde nos ponemos los crampones  y con una muy buena nieve vamos poco a poco superando metros.
Mis compañeros, que me han sacado unos metros, llegan a la cumbre unos minutos antes de las tres.
En esta foto de Alvaro vemos a Jose, Juan Carlos en segundo término y a mi unos metros mas abajo, también se aprecia el gran ambiente de alta montaña que nos ofrece la larga cara norte de esta montaña.
Por fin se acabo el ascender, ahora nos toca disfrutar de la cumbre en este magnífico día que se nos ha regalado.
Aquí vemos el camino de Uriello con el collado Vallejo debajo de la niebla.
Peña Castil, Pico Urriello.....
Y con mas nieve, la zona de Cerredo-Cabrones, con el Jou Negro en el centro.
La collada del Agua con los Dobresengos y con el magnífico fondo de Peña Santa.
Tras admirar el sublime paisaje que nos rodea y recuperar fuerzas con la comida, iniciamos el descenso por una nieve que en menos de una hora que hemos estado en la cumbre ha cambiado totalmente su estado. Donde antes no nos hundíamos nada, ahora hasta mas de 20 cm.
A medida que descendemos, al no haberla dado tanto el sol, mejora considerablemente.
Dejamos la nieve atrás y llegamos al collado donde se deja la cuesta del Albo para descender hacía Orandi.
Desde el collado echamos un último vistazo a la larga cuesta que acabamos de recorrer, mucho mas larga de lo que nos indica la perspectiva desde aquí.
Cuando por la mañana ascendíamos por la canal de Amuesa aún frescos, a alguien se le ocurrió plantear la posibilidad de realizar el descenso por la canal de Piedra Bellida, en lugar de por donde estábamos subiendo, y claro, una vez planteado el reto, ¡quien es el cobarde que se hecha para atrás! así que, una vez en la cuesta del Trave, en lugar de iniciar el descenso hacía la canal de Amuesa, cruzamos a lo ancho toda la cuesta del Trave para dirigirnos al collado de Cerredo, impresionante lugar donde se inicia la vertiginosa canal de Piedra Bellida.
En la foto, llegando a dicho collado.
La majada de Ostón con la garganta del Cares por medio.
Al fondo, totalmente encajonado entre montañas el pueblo de Caín.

Los impresionantes contrafuertes que caen sobre la canal que tenemos que descender.
"Atajando" por un pedregal.
 Desde el collado Cerredo hasta cruzar el río Cares por el puente Viella, tenemos casi 1.200 m. de desnivel. Esto solo requiere una cosa, paciencia, mucha paciencia, ir paso a paso, controlando mucho cada uno de ellos, pues lo mas fácil en este terreno tan píndio y con tanta piedra, es dar un resbalón y ni tan mal si no pasa de una simple culada, que mas de una nos dimos cada uno de nosotros.
Tras pasar el río nos toca ascender unos cien metros para enlazar con el camino de la senda del Cares. Son ya casi las nueve cuando llegamos a este punto. Ahora nos toca recorrer los casi seis km. que nos quedan hasta Puente Poncebos, a donde llegamos a las diez y cuarto, ya con las frontales en nuestra frente. Han sido 14 horas de actividad, unos 2.550 m. de desnivel salvados y unos 25 km. andados.
Nos volvemos a nuestro punto de destino cansados, bastante cansados, pero con la satisfacción de haber vivido un gran día de montaña. No es necesario irse a las grandes montañas del planeta para salvar grandes desniveles, ni para vivir grandes aventuras............¡y mientras el cuerpo aguante!
¡Hasta la próxima!


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