miércoles, 22 de octubre de 2014

Al Espigüete por su arista Este

En la montañosa zona del norte palentino hay tres montañas que destacan por encima de las demás tanto en altitud como en belleza, a saber, Peña Prieta, Curavacas y Espigüete.
Esta última, pese a ser la de menor altura de las tres, (2.450 m.) destaca sobre las demás por ser la única de la zona que está compuesta por piedra caliza, y sobre todo, se la mire desde donde se la mire, por su alargada y afilada silueta, no digamos nada en invierno, cuando esta pedazo de montaña luce sus mejores galas invernales, cosa que afortunadamente yo ya he podido comprobar en las tres ocasiones que la ascendí por su corredor norte bien cargadito de nieve.
Cuando uno se aproxima a esta montaña en coche desde Cervera de Pisuerga, enseguida llama la atención en cuanto se la divisa desde distintos puntos de la carretera, la larga y esbelta arista Este, e inmediatamente surge en la mente de quien no conozca esta montaña la siguiente pregunta:
-¿Pero por hay se puede subir?
Esto es la duda que tenían 4 de los 9 expedicionarios que nos juntamos el sábado pasado para ascender esta atractiva montaña, duda que se les fue despejando a medida que ganábamos metros a esta arista que con sus 1.100 m. de desnivel, comunica el aparcamiento donde se dejan los coches al pie de la montaña y la cumbre del Espigüete.

Este fue el recorrido que realizamos en la montaña. Ascenso a la cumbre por su arista Este, descenso por la canal Sur hasta que los contrafuertes que descienden desde la cumbre nos permitieron girar hacia el Oeste y buscar un paso para rodear la montaña por la ladera de su cara Oeste, llegar al collado de Arra, ya en su cara Norte, y descender hasta la bonita cascada del río Mazobre, completando el circuito descendiendo hacia el aparcamiento por el camino que recorre toda la cara Norte de la montaña.

 Estos fuimos los nueve que acometimos esta preciosa ascensión. Para Cristina, Juan Carlos, Jose y Chema, era su primera vez, los demás ya repetíamos, aunque con muchísimo gusto.

Comenzamos la ascensión ganando metros muy rápidamente sobre la carretera y el valle que tenemos a nuestros pies.

Seguimos un marcado sendero y enseguida tenemos que salvar algún tramo de cortas y divertidas trepadas sobre una caliza de muy buena calidad.

Como se ve en las fotos, la arista es ancha y no ofrece mayor dificultad que las cortas trepadas que hay que realizar.

Cristina, como una gran experta, va en cabeza.
La carretera y el valle van quedando muy abajo.

Hacia el Sur el pantano de Camporredondo recibe algunos rayos de sol que se cuelan por las rápidas nubes que vienen arrastradas por el fuerte y frío viento Sur que sopla.

Una vista mas amplia del pantano y del valle de Cardaño.

El Pico Murcia visto a través de un curioso puente de roca formado en el filo de la arista.

Afortunadamente, a medida que vamos ascendiendo las nubes se van disipando y ya nos dejan ver la cumbre Este aún muy arriba.

¡Señores, que son las 11, hora del aperitivo!
¡Pues habrá que realizar una parada para cargar baterias!.

Aprovechamos la parada para contemplar las magníficas vistas que este lugar nos ofrece, como esta del pueblo de Cardaño de Arriba.

Estando en estos menesteres nos superan por nuestra derecha unos montañeros que también ascienden hacía la cumbre. Uno de ellos me permite sacarle esta espectacular fotografía a contra luz, que a mi tanto me gustan.

 Tras lo cual continuamos la ascensión, que aún nos queda mucho recorrido.

El sol alumbra a las Peñas Malas. No me resisto a fotografiarlas.

La perspectiva sobre el pantano se va ampliando y nos ofrece esta magnífica imagen.

Esta con mas detalle.

Nos acercamos al pie de la cumbre Este del Espigüete. Por aquí la arista se vuelve un poco mas afilada pero solo requiere un poco mas de atención.

Superamos la mayor dificultad de la ascensión que consiste en un destrepe en la arista de unos 8 metros no muy difícil, pero que debido al desgaste de la roca por las pisadas de la gente que continuamente pasa por aquí, requiere la máxima concentración y cuidado. Lo pasamos sin problemas guiando un poco a los menos prácticos. Seguimos con el ascenso y enseguida pasamos junto a una sima que impresiona y que dejamos a nuestra derecha.

El tramo mas estrecho de la arista. La perspectiva desde aquí, ¡espectacular!

Bonita vista hacia el valle Sur por encima del pueblo de Cardaño de Abajo.

 Superando una llambria muy inclinada que a los menos confiados del agarre de sus botas les dio un poco de "canguelo".

Una vista hacia atrás para ver lo ascendido.

Ya sin mayores sobresaltos llegamos a la cumbre Este, desde la cual hay que descender unos metros hasta un collado donde convergen las canales Norte y Sur y desde este y tras superar un corto tramo, llegar a los 2.451 m. de la cumbre del Espigüete.

Desde el collado, la canal o corredor Norte, por donde descienden ya algunos montañeros.

Últimos pasos con la cumbre Este al fondo.


Chema feliz. Hoy si ha llegado a la cima. Su primer Espi.

Espe celebrando su tercer Espi. Jose su primero.


 El grupo al completo, de cerca y de mas lejos.

La nubes poco a poco se van disipando y nos dejan ver la última parte del recorrido.

Hacia el Suroeste tenemos a nuestros pies el pueblo de Valverde de la Sierra.

Al Oeste el pantano de Riaño.

 Al Norte Tres Provincias/Peña Prieta con esas extrañas nubes moldeadas por el fuerte viento Sur.

Y hacia el Este el pueblo de Cardaño de Abajo a la orilla del pantano de Camporredondo.

 Reunidos en corro en un pequeño vivac cerca de la cumbre, damos cuenta de nuestra comida con turron y uvas como si fuese ya Navidad. (Que por cierto, ya esta cerca).

Iniciamos el descenso por la canal Sur con la idea de bordear la montaña por su cara Oeste y posterior descenso hacia la cascada del río Mazobre. Algunos disfrutan con la pedrera, pero otros renegamos bastante de tan incómoda manera de descender.

Cuando hemos descendido unos 400 mt. nos tiramos de ladera en busca de la cara Oeste. Al principio dudamos de descender un poco mas para librar los contrafuertes rocosos que caen de las alturas, pero al final vamos encontrando paso y siguiendo algún jito llegamos sin novedad a la zona Oeste de la montaña.

Precioso cambio de vistas.

Pared Oeste del Espi.

Por terreno inclinado pero fácil de recorrer nos acercamos hacía el collado de Arra en la parte Norte de la montaña.

Desde este collado iniciamos el descenso hacia la cascada del Mazobre dejando a nuestra derecha la cara Norte de esta montaña.

Contemplando esta cascada, Julio nos muestra las setas recogidas por el camino. Este año por lo que he visto, hay gran abundancia de ellas. Yo como no las conozco bien prefiero comprarlas en la plaza.

 Tras admirar esta maravilla de la naturaleza, descendemos a todo trapo hacía los coches, que alguno tiene cena esta noche.

Ya puestos en el camino de regreso, volvemos la vista para contemplar esta imponente montaña que acabamos de conquistar y que amablemente nos a permitido disfrutar del recorrido por esa imponente arista.
Muy posiblemente volvamos a vernos durante el invierno.
Paramos en Cervera con la intención de "asaltar" el bar/tienda de la Cascarita para degustar su exquisito chicharro en escabeche, pero nos lo encontramos con el cartel de "CERRADO", así que fue en Aguilar donde nos tomamos la cerveza bien ganada y donde intercambiamos comentarios sobre el gran día de montaña vivido.
¡¡HASTA LA PRÓXIMA!!

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