lunes, 21 de septiembre de 2015

En las Ferratas de la Hermida

Ayer sábado 19/9/2015, Espe. Felix. Jóse. Iván y yo hicimos las ferratas de la Hermida, y digo que hicimos las ferratas de la Hermida, porque hicimos las dos la principal, y la del Pozo las Lágrimas, o el Milar.
En la principal hicimos la parte en la que están incluidos los puentes.
La de las lagrimas, o el Milar, solo tiene un recorrido, (200) metros, pero es mucho más técnica que la principal, tiene una parte inicial con una caída hacia la izquierda, para entrar en una parte horizontal con un desplome importante, donde los brazos soportan un grande esfuerzo; una vez llegado a la cumbre se baja por un pedrero hasta el rio donde se cruza haciendo Tirolina; si se quiere asegurar la llegada a la orilla contraria, y rescatar la polea para el siguiente, es necesario llevar dos cuerdas de 30 metros cada una.
Las dos ferratas son una pasada, pero en la de las Lágrimas, se disfruta un montón.

    Iván iniciando la jornada en la Ferrata principal

     Espe asegurando la disipadora





    Esta Carla debía de tener unas piernas muy largas, los pasos que continúan están bastante separados


    Iván en el puente de cables


    Felix en plena faena con los cables

    En el puende de tablas algunas están juntas por lo que dejan huecos más grandes de lo normal; pero se pasa sin ninguna dificultad


   
    Jóse cambiando la disipadora

    Felix el ultimo del grupo en pasar por el puente de Tablas

    Esto es el inicio de la Ferrata del Milar, o de las Lagrimas

   Como se puede apreciar es mucho mas tecnica que la principal.  En esta Ferrata los brazos tienen que hacer un gran esfuerzo





    Felix cerrando la marcha

    Foto del grupo menos el fotografo, en la cumbre de la Peña el Milar. Todos contentos despues de haber conseguido el objetivo marcado

    Con el fotografo de la anterior

     Me hubiera gustado más que la bandera fuese republicana, pero yo soy respetuoso con las ideas de los que no piensan como yo

    Esto es el final; la Tirolina



       Espe, que en todo momento estuvo a la altura


    Felix, como en toda la jornada; cerraba la marcha.

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