Pero ete aquí, que al entrar hacia los aparcamientos que hay alrededor de la histórica iglesia situada por debajo del pueblo, nos encontramos con todo un ejército de cazadores armados hasta los dientes, y que ¡oh fatalidad del destino! estaban ansiosos por pegar tiros a diestro y siniestro, justo por los dos caminos, el de subida y el de bajada que ibamos a utilizar nosotros.
Por lo tanto, y ante el temor a ser confundidos con un jabalí o con cualquier otro bicho de cuatro patas a los que estos escopeteros no dudarían en meter cuatro tiros, a medio vestir, salimos por patas en busca de otra zona donde no encontrásemos tan desagradable compañía.
Chema comenta que subir a Allende, pueblo que tenemos en frente nuestro y encaminar nuestros pasos hacia la zona del Agero.
Yo le contesto que, que tal irnos hasta Cahecho y hacer un recorrido por la sierra de Peña Sagra y hacer cumbre en el Cornón.
Esta propuesta le satisface plenamente y me comenta que así realizaremos la primera ascensión del año pisando un dos mil.
Tras ascender con el coche hasta los 850 mt. en los que esta ubicado el pueblo de Cahecho, pasadas las 9,30 nos ponemos en marcha, ascendiendo por el camino que nos llevará hasta las proximidades de la crestería que forma el cordal de Peña Sagra.
Aunque solo seamos dos, también nos hacemos la foto de salida, con las cumbres de la cordillera al fondo y las nubes del sur por encima.
Por el camino nos vamos encontrando con unos magníficos ejemplares de roble.
También tenemos una buena vista del macizo Oriental. Aquí vemos como esta la canal de San Carlos, el Samelar, el Sgdo. Corazón y la Junciana.
Cahecho ya va quedando muy abajo.
Dejamos a nuestra izquierda el cerrado valle de Bedoya.
Por encima de el tenemos la cumbre que pensábamos pisar hoy, con parte del recorrido que queríamos realizar. Yo ya la he pisado en dos ocasiones, pero a Chema se le resiste. Otro día será.
Peña Prieta, preciosa. Parece que ya se va cubriendo de nieve.
Lo mismo que Peña Vieja, Picos de Sta. Ana y Tiro Navarro en el central.
Las misma con mas detalle. Por delante de ellas, el marcado espolón del Jiso y el Prao Cortés.
Llegando ya a la parte alta del cordal, nos encontramos con este coqueto y protegido vivac, muy útil en caso de apuro.
Estos impresionantes bloques de conglomerado forman la base de la primera cumbre importante del cordal de Peña Sagra, el Tumbo.
Por su base vamos atravesando en busca de la parte alta de la crestería.
El fuerte viento anunciado y que hasta ahora no nos había molestado, comienza a azotarnos sin compasión y tenemos que abrigarnos bien para que el frío no penetre en nuestros cuerpos.
Hasta aquí han llegado los incendios que asolaron días pasados la región.
Llegamos a la crestería cada vez mas azotados por el viento, donde se nos muestra casi toda la costa Cántabra.
Ahora ya vemos todo lo que nos queda. Se nota porque le llaman el Cornón.
Totalmente zarandeados por el viento, nos vamos abriendo camino hacia la cumbre, con muchas dudas sobre nuestras posibilidades de llegar a ella.
Nuestro avance es agotador, el aire parece que no llega a los pulmones y cada paso es una tortura para no perder el equilibrio. Tengo la sensación de que si suelto un bastón, este va ha salir volando.
Afortunadamente al ir acercándonos hacia el pie del Cornón, el viento va amainando y nuestro progreso se hace mucho mas cómodo. A cambio, la temperatura va descendiendo y las nubes que hasta ahora no pasaban de la cordillera, poco a poco se van acercando hacia nuestra posición.
Pero enseguida nos plantamos al pie de la cumbre, e incluso en algunos momentos, las nubes dejan filtrarse algún rayo de sol.
Llegamos al pie de la chimenea que da acceso a la cumbre y nos disponemos a disfrutar de su fácil ascensión.
Muy vertical pero con muy buenos agarres.
A eso de las 2,30 pisamos la cumbre del Cornón, 2047 mt. primer 2000 del nuevo año.
Con las nubes amenazando, nos hacemos las fotos de cumbre.
Como aquí no hay quien pare, nos bajamos en busca de un sitio mas resguardado para poder atacar nuestros bocadillos.
Iniciando el descenso de la chimenea.
Ya casi estamos abajo.
Una foto con la cumbre a las espaldas.
Descendemos unos 300 mt. en busca de una campa con unos grandes bloques de piedra que nos protegen del viento y del frío y donde damos cuenta de los bocadillos y del delicioso té con miel y limón bien calentito.
En este mismo lugar realicé yo hace ya 25 años mi primer vivac al aire libre, acompañado por mi difunto amigo Fernando.
Antes de llegar a la ermita de la Virgen de la Luz, pasamos por el deteriorado refugio en el que Justo y yo pasamos algunas noches cuando comenzábamos a descubrir estas bellas montañas.
Una vista atrás para ver la ermita y por encima de ella, el refugio.
Recorremos el camino que discurre por toda la falda del cordal que ascendimos por la mañana y cogemos el desvío que desciende hasta el pueblo de Luriezo, a donde llegamos cuando ya la noche se ha extendido por toda Liébana. Pero sin necesidad de encender la frontal y tras recorrer por carretera el kilómetro y medio que nos quedaba para llegar a Cahecho, sin mas novedad llegamos a nuestro coche para iniciar el regreso hacia Santander, contentos y felices por la bonita y exigente actividad realizada en el día de hoy.
¡Al final casi dimos las gracias a los cazadores por habernos hecho venir a esta ruta!
Y como no, un pequeño vídeo de lo que dio de si el día
No hay comentarios:
Publicar un comentario