Canal de Capozo y Tesos de Cotalbín desde Posada de Valdeón

En esta ocasión, recorrimos los 160 km. que separan Santander de Posada de Valdeón para realizar la ascensión a los Tesos de Cotalbín, una serie de picachos situados por encima del refugio de Vega Huerta y cuya cima mas prominente alcanza los 2.188 m., por la canal de Capozo. Esta canal, muy poco conocida por los que vivimos un poco alejados de esa zona, es bajo mi modesto punto de vista, una de las mas bonitas de todo Picos, y que por lo menos una vez en la vida, merece la pena adentrarse en ella para disfrutar de los preciosos rincones que a lo largo de su recorrido nos puede ofrecer. 

Aunque esta canal esconde una trampa para las piernas del montañero que se acerca hasta ella. El tramo de camino que hay que recorrer para llegar al pie de la propia canal, tanto si se parte desde el pueblo de Cordiñanes, como si se hace desde Posada como fue nuestro caso, trascurre por el borde del precioso Monte Corona, pero con continuos sube/baja que acumulan un desnivel añadido de 400 m., y que yo cuando la incluí en nuestro calendario de marchas no tuve en cuenta, y en lugar de 1.300 m. como puse en su día, en realidad salen algo mas de 1.700 m., por lo que al final resulto una ruta muy dura para todos, que nos llevo once horas cuarenta y cinco minutos, realizando un recorrido de 23 km.

Aunque viendo las fotos y el vídeo que os pongo a continuación, vosotros mismos podéis valorar si mereció la pena o no el esfuerzo realizado.

Como al viaje era un poco largo madrugamos, y para las nueve menos cuarto ya nos pusimos en marcha, con una temperatura un poco fresca de dos grados.

A la salida de Posada tomamos el PR que une este pueblo con Caín, por el que caminamos tres kilómetros antes de introducirnos en el monte Corona, un poco por encima del mirador del Tombo, y enfrente del pueblo de Cordiñanes.

 Las cumbres del central se ocultan tras algunas nubes, por debajo de las cuales destaca claramente, el collado Jermoso 1.100 m. por encima nuestro, y que blanquea bajo una fina capa de nieve caída durante la noche.

Al inicio del sendero que nos introduce en el monte Corona, nos encontramos con este árbol cruzado en el camino.

 Vamos dejando la garganta del Cares a nuestra derecha y vemos que por Caín ya calienta el sol.

 Vamos por el camino correcto.

En frente nuestro tenemos la canal de Asotin y a su derecha la Torre del Friero.

Nos vamos encontrando con magníficas y raras hayas.

También con un algún esbelto roble.

Una auténtica delicia este primer tramo del recorrido, ya en el interior del monte.

Cuando los árboles nos lo permiten, vemos las enormes pareces que forman el circo que rodea al monte Corona y en cuya cabecera arranca la canal de Capozo.

Entre esos paredones se encajona la canal que tenemos que superar.

Estos son los que dejamos a nuestra izquierda.

Las piedras y el suelo se encuentran tapizados por una espesa alfombra de verde musgo.

 Cruzamos un cantarín arroyo que surge del suelo unos metros por encima del sendero, un sitio muy apropiado para tomar las once, aunque aún sean las diez y media.

 Continuamos en busca de la canal.

Como os decía, el sendero por aquí es un continuo sube/baja. Chema nos fotografía a nosotros en la lejanía.

Y yo le fotografío a el.

El sendero se va acercando a la entrada de la canal.

A la canal se accede superando un espectacular sedo incrustado en medio de una vertical pared.

La roca caliza parece querer engullirnos.

Ahora ya vamos ganando altura con rapidez y el monte Corona se nos muestra en todo su esplendor a nuestros pies.

La zona por donde transcurre el sendero que nos ha traído hasta aquí, con la canal de Asotin y el Friero al fondo.

Ya se nos muestran las cumbres principales del macizo central.

Echando la mirada hacia arriba, parece imposible la progresión, pero el sendero nos va ascendiendo por sitios increíbles,

Otra magnífica vista del monte Corona.

Continuamos poco a poco ganando metros a la canal.

De la mitad de canal para arriba, esta se va abriendo. El sendero transcurre cercano a las paredes de la margen izquierda.

 En primer término la Torre de la Celada y al fondo la de la Palanca, con las últimas nieves de la temporada.

Aquí vemos a la izquierda el Pico de los Cabrones y a la derecha Torrecerredo.

Chema como siempre, buscando sitios fotogénicos.

Llegando al sitio denominado Verón del Corbo, donde antiguamente existió una majada, la canal se suaviza y se nos aparecen en frente nuestro los Tesos de Cotalbín, nuestro objetivo para el día de hoy.

El sendero nos saca momentáneamente del fondo de la canal por su margen derecha para salvar el espeso pedregal que la ocupa. A la izquierda se ve ya claramente los Texos de Cotalbín.

Enseguida volvemos al fondo donde ya termina la canal propiamente dicha y en donde nos encontramos con una fuente de la que mana un abundante chorro de agua, cuya fuente no aparece en los mapas, por lo que se ve es de reciente construcción.

Tras echar un trago en la fuente y recuperar un poco el resuello, salimos del fondo de la canal por la derecha para ir ascendiendo en busca del refugio de Vega Huerta, teniendo ya a nuestra derecha la inmensa pared sur de Peña Santa y a la izquierda los Tesos de Cotalbín.

Esta es la cara norte de los Tesos.

Y esta la cara sur de Peña Santa, a los pies de la cual se yerguen desafiantes estos rebecos.

La parte superior de la pared, tapada por la niebla.

Llegando ya a Vega Huerta nos encontramos con algún pequeño nevero. Los superamos sin ningún problema.

Algunos aún tienen un buen espesor.

Las nubes aunque no muy espesas, nos andan despejando y ocultando a ratos el sol. Los Texos de Cotalbín. El de la derecha es el de mayor altitud y al que subiremos.

Primero pasamos por el refugio, y como ya son las dos y media y algunos estamos bastante hambrientos, decidimos pararnos a comer antes de hacer cumbre.

Nos encontramos en la cara norte de los Tesos, como la ascensión a su cumbre se realiza por la cara oeste, tenemos que superar este nevero para acceder a ella. La nieve no esta demasiado dura y lo superamos haciendo una buena huella.

Ya solo nos queda superar los poco mas de cien metros que nos separan de la cumbre.
Justo, en el último esfuerzo con la cara norte de la Torre Bermeja al fondo.

 Bonita vista hacia el oeste con el Canto Cabronero y el Tiatordos al fondo.

Pasadas las tres de la tarde, pisamos la ansiada cumbre. Nos fotografiamos primero con la Peña Santa de fondo.

Y después con la bandera del grupo y con la Bermeja de fondo.

Vemos al pie de la cumbre el refugio.

Hacia el sur se extiende el camino del Burro que lleva hasta la canal del Perro por donde se puede descender hasta Soto de Valdeón. Esta era la idea que teníamos en un principio para descender nosotros. Pero viendo los muchos neveros que aún quedan por este tramo y ante el temor de encontrarnos alguno que nos dificulte el descenso por la canal del Perro, decidimos realizar el descenso por el mismo sitio de la subida.

Picos situados a la izquierda de Peña Santa. El de la izquierda del todo es el Diente, a su derecha y el mas picudo, la Cabra blanca y los cuatro piquitos a su derecha los Estribos.

 El macizo central. A la izquierda la zona de Jermoso y a la derecha vemos la canal de Asotin y por encima de ella el Pico de la Padiorna.

Tras un rato en la cumbre, no mucho, pues venia un viento que cortaba, volvemos nuestros pasos de nuevo hacia el refugio.

Posando en el refugio con Peña Santa al fondo.

Dejamos el refugio y nos disponemos a recorrer de nuevo la canal de Capozo, ahora en sentido descendente. Dejamos a tras la cumbre conquistada. Un nuevo dos mil para la colección.

Metiéndonos de nuevo en la canal. Chema nos fotografía desde el lugar donde se encuentra la fuente.

Un poco por debajo del Verón del Corbo, existe una cueva con una fuente en su interior. La vemos en el centro de la foto y nos acercamos hasta ella para conocerla.

A unos treinta metros en el interior de la cueva se encuentra la fuente con esta pila en donde se puede recoger fácilmente el agua.

La entrada de la cueva vista desde dentro.

A toda velocidad descendemos de nuevo hacia el monte Corona.

Saliendo ya del sedo.

En la parte superior de la pared del fondo, se puede apreciar claramente el sedo que acabamos de descender.

 El tramo que nos queda desde la salida de la canal hasta llegar a Posada se nos hace muy largo y costoso. Las piernas ya notan el esfuerzo y estamos deseando llegar cuanto antes al final.

Las nubes nos sueltan un chaparrón que dura muy poco y que nos proporciona este vistoso arcoiris.

El cansancio ya no nos deja disfrutar como lo hacíamos por la mañana.

Peo si nos llama la atención esta vista de la Torre del friero.

El sol de la tarde embellece las paredes del central.

Volvemos a ver el collado Jermoso, ahora ya sin rastro de nieve.
Unas gigantescas jarras de cerveza en Posada nos recuperan un poco para afrontar el camino de vuelta hasta Santander. Hasta las once y media no llegamos a nuestras casas, donde tras una buena ducha, ya casi no quedan secuelas del cansancio acumulado. Pero si nos quedan muy grabadas las buenas vivencias que el día nos ha deparado.