Dos mil metros de desnivel de Puente Poncebos a la cumbre del Trave.
Desde el mes de Abril teníamos pendiente la ascensión al Cueto Noroccidental del Trave desde Puente Poncebos, pero debido al invierno y la primavera tan pródigos en precipitaciones que hemos disfrutado, y como lo queríamos hacer sin tener que cargar con el material de invierno, nos habíamos plantado en el mes de Junio ya abanzadito sin poder realizarla. El pasado sábado día 23 por fin nos lanzamos a saldar la deuda y dejar actualizado nuestro calendario de marchas de este año.
Los cuatro que nos apuntamos en Puente Poncebos, dispuestos a superar los dos mil metros que nos separaban de la cumbre.
Nos metemos en la canal del Tejo camino de Bulnes. A nuestras espaldas vemos el pueblo de Camarmeña iluminado por el sol mañanero.
José Luis con la canal de Bobias por donde se accede a la majada de Ondón al fondo.
Ya vemos el barrio del Castillo de Bulnes, por donde tenemos que pasar.
Pasando por el puente de Colines, donde se separan los caminos que dan acceso a los dos barrios de Bulnes
Llegando a Bulnes.
Dejamos atrás el barrio de arriba de Bulnes y nos dirigimos hacia la canal de Amuesa.
Conan, el perro de José Luis que aún no esta en su plena forma, se siente aliviado cuando su dueño lo carga en la mochila.
La canal de Amuesa se hace dura sobre todo en su parte superior, donde la vista engañosa de su parte final, hace que parezca no llegar nunca.
Tras la parada obligada en la fuente que hay unos metros antes de llegar al collado de Cima, por fin llegamos al final de esta larga canal. con el pueblo de Bulnes casi ochocientos metros por debajo.
Desde el Collado de Cima vemos lo que nos queda hasta la cumbre del Trave. No parece mucho, pero son otros ochocientos metros.
Vamos superando la cuesta del Trave con el cansancio acumulándose en los cuerpos. Hoy parece que a todos nos afecta este mal.
Pero con constancia y perseverancia, poco a poco nos vamos acercando al pie del último tramo de 400 metros y que es bastante más píndio.
La ventaja que tiene es que se ganan metros con rapidez.
Una paradita para coger impulso. Ya solo 200 metros para la cumbre. ¡Hace falta mucha capacidad de sufrimiento!
Los últimos tramos se ponen aún más verticales y tenemos que echar un poco las manos, pero con muy buena roca donde se agarra muy bien la bota.
Por fin llegamos a la arista final con unas vistas espectaculares, tanto del macizo central hacia la zona de Cabrones, como del Occidental con el abismo del Cares separándolo del central.
El último esfuerzo. Al norte se ve el horizonte del mar Cantábrico.
La foto de cumbre. Los cinco bien arrejuntaitos.
Rápidamente nos ponemos a comer que ya hay mucha hambre.
Otra foto de cumbre.
Mucha nieve queda aún por el Occidental.
También por la zona de Cabrones.
El pueblo de Caín. Casi dos kilómetros en vertical nos separan de el.
Enseguida para abajo que aún nos queda descender los dos mil metros que hemos ascendido.. Magnífico fondo. El Cuetón, la sierra de Cuera y como fondo el mar Cantábrico.
El primer tramo con mucha concentración, ayudándonos un poco con las manos.
Hoy el día está para sacar bonitas fotos. La Peña Maín por detrás de José Luis.
Aquí el fondo lo forma los Albos y el Neverón de Urriello.
Ahora la cuesta del Trave se desciende mucho mas rápidamente que en el ascenso
Mucho colorido ha dejado la primavera por todos los sitios.
Llegando a la majada de Amuesa, en donde enfilaremos el descenso de la canal de Amuesa.
La bonita tarde que disfrutamos nos ofrece estos juegos de luces y sombras.
En la parte final de la canal, con ganas ya de llegar a Bulnes para "atacar" a las jarras de cerveza.
Y una ración de chorizo a la sidra, y una tabla de quesos, ¡que paga Chema para celebrar su cumpleaños!
La tarde hace honor al día que hemos disfrutado.
Por últimos uns muestra de los regalos que nos ofrece la naturaleza en esta época primaveral.
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