Creo que no tiene discusión que uno de los lugares mas bonitos y espectaculares que podemos disfrutar en los tres macizos de los Picos de Europa es la zona de Collado Jermoso. A parte de las vistas que desde este auténtico nido de águilas se pueden contemplar, desde este amplio collado, se puede ver, si la niebla no lo impide, unas puestas de sol que congregan en el collado a todos los que por la zona andan, o bien en el refugio, o bien los que prefieren dormir a la intemperie en uno de los múltiples vivacs que alrededor del refugio existen.
No tiene unos fáciles accesos este refugio, pues tanto desde Fuente Dé, como desde Cordiñanes, que son dos de los lugares desde donde se parte para llegar hasta este singular paraje, hay que salvar un desnivel considerable, exigiendo mucho esfuerzo para todo montañero que se proponga alcanzar estos parajes.
El acceso desde Fuente Dé es de sobra conocido por nosotros, ya que en múltiples ocasiones hemos accedido a Jermoso por este camino, no así desde Cordillanes, que requiere salvar la vertical canal conocida como el Argayo Congosto después de pasar por la bucólica vega de La Sotin. Aprovechando que Chema estaba de vacaciones, nos presentamos el y yo el pasado lunes 23 de Julio en el aparcamiento que hay a las afueras del pueblo de Cordiñanes, desde donde parte el camino que se dirige a la espectacular Rienda de La Sotin, un sendero labrado en una vertical pared que pone un poco los pelos de punta cuando se ve desde las afueras del pueblo, dispuestos a saldar esta deuda pendiente con esta espectacular subida y a la vez aprovechar para que Chema disfrutase por primera vez de la experiencia que supone dormir en la intemperie a 2.050 mt. de altitud.
La foto de salida en Cordiñanes.
Al introducirnos en la Rienda de La Sotin, tenemos a la vista esta llamativa aguja, que tiene el nombre de María del Carmen.
Incrible por donde discurre este primer tramo del sendero, aunque es ancho y dispone de una cuerda para el que tenga algo de vértigo.
Muy fotogénico el recorrido. Al fondo el macizo Occidental.
Dejamos atrás la Rienda y el sendero se introduce en un bonito hayedo que nos protege de los rayos del sol.
Enseguida llegamos a la vega de La Sotin. Al fondo de la vega se ve la continuidad de la canal que sube hasta la Vega de Liordes.
Nosotros tenemos que dar un giro a la izquierda para afrontar la pendiente subida hasta llegar al Collado Solano.
Ya desde el collado, Chema me fotografía. Detrás nuestro sube un grupo de chicos portugueses que andan "jugando" con un dron.
Desde el collado se ve toda la canal de La Sotin hasta casi su final.
El Friero se muestra ya imponente.
Un pequeño jardín de lirios de montaña en el Collado Solano.
El sendero ahora nos dirige por encima de estas laderas verdes en el tramo denominado Traviesa del Congosto.
Por esta vertical ladera discurre el sendero que nos llevará hasta la entrada al Argayo Congosto.
La cara norte del Friero, una de las cumbres mas espectaculares de Los Picos.
A media travesía tenemos que pisar este nevero, de pequeña extensión, pero de considerable grosor, como se puede comprobar.
El >Collado Solano va quedando muy abajo.
Pasamos junto a un pequeño montículo y no podemos ceder a la tentación de hacernos unas buenas fotos.
Tras un rato de ir en travesía, damos vista a la vertical canal que forma el Argayo Congosto. Siguiendo unos hitos nos vamos introduciendo en ella.
Enseguida tenemos que hechar las manos para superar alguna fácil trepadita.
En algunos momentos nos parece inexpugnable, pero poco a poco se va superando sin mucho problema.
Vamos realizando algunas trepadas que resultan muy entretenidas.
Casi sin darnos cuenta, nos vamos acercando al refugio.
Llegamos a el y lo primero que hacemos es tomarnos dos buenas jarras de cerveza para facilitar la recuperación del esfuerzo realizado.
Poco más de cuatro horas nos ha llevado la ascensión a pesar del peso de las mochilas. Nuestra idea inicial era haber subido a la Palanca, pero en el refugio nos informan que aún quedan varios neveros y que sin material es muy arriesgado el afrontarlo. Para no aburrirnos y no perder la tarde, decidimos subir al collado y dirigirnos a explorar un sendero que parte por la derecha del collado y del cual yo tenia referencias de que por el se puede comunicar con la canal de Moeño, canal que se coge desde las proximidades de Caín.
El sendero discurre por la franja verde que se ve en la parte superior derecha de la fotografía. Le seguimos un rato hasta dar vista al macizo occidental pero enseguida se va difuminando y decidimos no continuar. A cambio nos proponemos hacer cumbre en el pico que se ve a la izquierda de la foto y que resulta ser el Pico del Llaz, que tiene una altitud de 2.143 mt. Una cumbre ínédita para nosotros que añadimos a nuestro curriculum.
Magnífica la vista desde aquí de la Peña Santa.
En la cumbre de la Torre del Llaz.
La vista que tenemos del valle de Valdeón.
Y del Collado Solano por donde hemos ascendido hace pocas horas.
Tras descender de la cumbre dejamos las mochilas en el vivac donde vamos a pasar la noche y bajamos hasta el refugio para celebrarlo con otras jarras de cerveza. Charlamos un rato con una pareja de Santander que tras llegar al refugio desde Fuente Dé, han decidido hacer noche en el y regresar al día siguiente.
Disfrutamos de la tranquilidad de la tarde y de la belleza del entorno.
Antes de disfrutar del espectáculo que nos ofrecerá la puesta del sol, cenamos y dejamos preparados nuestros sacos.
Esperando a la puesta del sol, con nuestro vivac.
Disfrutando del espectáculo. El sol se puso muy cerca de la Peña Santa.
Las paredes del Llambrión se iluminan con el color anaranjado de la puesta del sol.
En la lejania, alguna nube de desarrollo vertical.
Tras la puesta del sol, la luna pasa a ser la protagonista de la noche. Como Chema es también un buen aficionado de la astronomía, nos pasamos un buen rato ya metidos en los sacos, disfrutando del espectáculo que nos ofrece el cielo estrellado.
Al amanecer la Peña santa sigue siendo protagonista.
Tras salir de los sacos y desayunar, nos preparamos para iniciar el descenso hacia Cordiñanes. Para variar un poco la ruta, decidimos ir por las Colladinas hacia la Vega de Liordes y desde aquí, descender por la canal de La Sotin hasta enlazar con la subida en la vega del mismo nombre.
Atravesando por las Colladinas, vemos los neveros que nos impidieron acceder a la cumbre de la Palanca.
Chema como siempre, haciendo cumbre en todos los montículos que se le presentan.
Acercándonos al Sedo de la Padierna para descender al inicio de La Sotin.
La Vega de Liordes, otra belleza de Los Picos.
Iniciamos el descenso por la larga canal que nos ofrece buenas vistas.
En esta vemos el Collado Solano por donde ascendimos en el día de ayer.
La Vega de La Sotín.
Ya en el hayedo hacemos una parada en el mismo lugar donde lo hicimos el día anterior en la subida.
Ya solo nos queda descender con cuidado la Rienda de La Sotin para llegar de nuevo a Cordiñanes. Tras cambiarnos nos vamos en busca de un restaurante donde comer para recuperarnos del esfuerzo realizado, para a continuación iniciar el regreso hacía Santander, después de haber disfrutado de dos muy buenos días de montaña
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