Ascensiones Enero 2020, Sagrado Corazón y Verdelluenga
Ya he perdido hasta la cuenta de cuantos días llevamos de confinamiento por el puñetero covi-19 ese, y a lo que parece, nos queda aún bastante para volver a la normalidad que teníamos. Nuestras salidas a la montaña se van difuminando en nuestra memoria y casi sin darnos cuenta se van perdiendo en nuestro recuerdo, así que entre cocina y cocina, entre limpia y limpia, entre leo y leo, entre whatsapp y whatsapp, y entre gimnasia y gimnasia, me propongo sacar ratos para realizar este reportaje donde recojo dos de las guapas salidas de las que disfrutamos este invierno, y así volver a revivir aquellos bonitos momentos, yo al realizar el reportaje, y vosotros al ver las fotos y el vídeo. La primera marcha que os pongo, fue la realizada el sábado 11 de Enero y que consistió en la ascensión al Pico del Sagrado Corazón desde el Jito de Escarandi y la segunda la ascensión a la Verdelluenga desde el lago de la Ercina.
En el día de hoy nos hemos apuntamos Victor, Jelu, Javier, Juan Carlos y yo, ah! y Keko, que es con diferencia el que mas metros lineales y de desnivel realiza. Como ha sido lo habitual todo este invierno, madrugamos y comenzamos la marcha poco después del amanecer. La parte baja de la montaña con muy poca nieve. Solo un poco espolvoreada por una poca caída en los días anteriores. La idea inicial para el día de hoy era ascender a la Rasa de la Inagotable. Luego sobre la marcha cambiaríamos de objetivo.
El Cueto de la Cerralosa recibe los primeros rayos del sol del día.
Yo hoy vengo un poco acatarrado y con algo de miedo de que las fuerzas me fallen antes de tiempo, por lo que decido quedarme atrás, subir a mi ritmo y hacer lo que las fuerzas me permitan.
Voy subiendo a mi ritmo por la pista que llega hasta el Casetón y cuando estoy a punto de dar vista al refugio, veo a los demás que están parados, no se si para esperarme, o por las discusiones que se suelen dar en este grupo para intentar arreglar este nuestro país. Los alcanzo y como parece que ya he cogido el ritmo de la marcha, continuamos juntos la ascensión. En la parada realizada decidimos con amplio consenso (que aprendan la clase política) el cambiar la Rasa por el Pico del Sagrado Corazón, intentando llegar a su cumbre por una canal situada en la vertical de la montaña por la cara norte, por la que ninguno de nosotros ha ascendido nunca hasta ahora.
Dejamos atrás el Casetón de Ándara y ascendiendo hacia el Collado Trasmancondiú,vemos las cumbres del Pico Valdominguero a la izquierda de la foto, el Pico Soriano a la derecha, y la crestería que une ambos picos, en donde hemos disfrutado de la esencia de la montaña en alguna ocasión.
En el collado tenemos esta vista de la Vega de Ándara y del Samelar.
Atravesamos toda la Vega en dirección a la Junciana y comenzamos a elevarnos por una canal que asciende a nuestra izquierda y que nos llevará hasta la cumbre del Sagrado Corazón.
Desde la Vega, vemos la Junciana y la Rasa de la Inagotable.
Jelu entrando en la canal.
El resto atacamos la subida por unas rampas de nieve un poco antes de llegar a la canal.
El primer tramo de la canal es muy exigente en cuanto a inclinación, no así en cuanto al estado de la nieve, que está en magníficas condiciones para progresar con los crampones. La ascensión hace una selección en el grupo. Los más jóvenes van desapareciendo de nuestra vista camino de la cumbre. Jelu y yo vamos más lentos, pero disfrutando lo mismo o más.
La Vega de Ándara ya queda muy abajo. El Macondíu se eleva puntiagudo cerrando la vega por el norte de esta.
Con el Pico de la Junciana y la Rasa de fondo.
Con gran esfuerzo como siempre, nos vamos acercando al punto más elevado.
Por fin la cuesta se termina en una abismal pared que cae hacia la canal de San Carlos. La cumbre se presenta ante la vista majestuosa con los primeros que ya han llegado.
Ya en la cumbre, unos resoplos para recuperarnos del esfuerzo, y a contemplar las magníficas vistas que esta cumbre y el día nos ofrecen. Hacia el oeste vemos el Prao Cortés al fondo a la izquierda, la Silla de Caballo y la Pica del Hierru.
De la cumbre cae una vertical pared hasta el Collado de la Jonfría. Al otro lado del collado se eleva esta espectacular montaña. Se llama el Castillín y tiene 2.025 m.
A la izquierda del Castillín vemos el pico de la Jonfria cuya cumbre ya hemos pisado en más de una ocasión. A sus pies los numerosos valles de la Liébana con la Peña Sagra y la Sierra del Cordel al fondo.
Juan Carlos, Javi y Keko, no han gastado todas sus energías y deciden hacer cumbre también en el Samelar. Para ello tienen que descender ciento sesenta metros hasta el collado de San Carlos, y recuperarlos después para ascender al Samelar.
Con el zum fotografió a los tres camino de la cumbre.
Descendiendo hacia el Collado de San Carlos en donde nos vamos a parar para comer, saco esta foto de las cumbres del Alto Asón y el Valnera, de los que nos separa unos 80 km. en línea recta. De izquierda a derecha vemos el Picón del Fraile, con sus 1.619 m. que hace ya años no se nos permite a los montañeros pisar su cumbre por haber construido en su cima una base militar. Peña Lusa, 1.575 m., con el puerto de Lunada a sus pies, el Pico de la Miel, 1.569 m.,el Castro Valnera, 1.718 m., a su derecha la Cubada Grande, 1.607, y a la derecha de este, La Cápia, 1.501 m.
Tras dar cuenta de los bocadillos, iniciamos el descenso disfrutando de la calma que nos ofrece la tarde, y pese a ser un día soleado, del buen estado en que se encuentra la nieve.
Ya en la Vega de Ándara, vemos la canal por donde hemos ascendido que sale oblicua hacía la izquierda, y que hemos descubierto que es una manera muy directa de llegar a la cumbre del Sagrado Corazón, la cual se ve al fondo.
Vamos atravesando la Vega y vemos a nuestra derecha a Javi y a Juan Carlos que descienden del Samelar.
En el descenso pasamos de nuevo por el refugio, que se encuentra cerrado.
Ya solo nos queda descender la pista en "amigable" cambio de opiniones sobre lo divino y lo humano, sin llegar a ninguna conclusión definitiva.
La segunda marcha que completa este reportaje, la realizamos el día 25 de Enero partiendo del lago de la Ercina para ascender a la cumbre de la Verdelluenga, ascensión con un recorrido bastante largo por un terreno muy caótico, mas fácil de recorrer en el invierno cuando la acumulación de la nieve suaviza los continuos y caótico jous, que en el verano o cuando la nieve es escasa, como nos pasó a nosotros este día, sobretodo por la parte baja del recorrido.
Grupito numeroso nos juntamos en este día, con parte de la flor y nata de sus componentes.
Dejamos atrás el lago de la Ercina.
Por un estrecho valle vamos ascendiendo hasta desembocar en una amplia vega denominada El Paré.
Por su parte derecha y unos metros por encima de ella, se intuye el sendero que algo tapado por nieve nos va subiendo hacia un grupo de cabañas denominado El Tolleyu.
La torre de Santa María luce sus mejores galas invernales sobresaliendo por encima de los montículos que rodean la majada.
Una vez superado el grupo de cabañas, nos metemos en un terreno totalmente caótico, en donde la nieve no permite seguir el poco marcado sendero, y enseguida surgen las dudas por donde continuar.
Tras un rato de ¡por aquí! ¡no,no, mejor por aquí! intuimos por donde continuar y vamos metiéndonos en un auténtico caos de jous sin saber muy bien que camino seguir.
Como suele ocurrir en estos casos, se forman varios grupillos y cada uno va progresando por donde le parece. Javi que lleva un track de la ruta, se ha desviado bastante a nuestra izquierda. Los que vamos desperdigados, vamos ascendiendo hacia el para finalmente juntarnos todos un poco antes de llegar a un collado desde el que ya vemos mas claramente lo que nos queda para llegar a la Verdeluenga, ¡que es mucho aún!
Foto de grupo en el collado, con la Verdelluenga sobre nuestras cabezas.
A la izquierda la Verdilluenga y a la derecha la larga crestería que forman la Punta Gregoriana y la Torre de los Cabrones de Peña Blanca. Entre ella y nosotros, los continuos sube y baja que nos separan de nuestra cumbre.
Aquí la vemos con mas detalle.
Tenemos una capa de nieve polvo de unos 15 o 20 cm. por lo que vamos caminando con las raquetas puestas. Debajo de la nieve polvo y en los lugares mas venteados, encontramos nieve dura.
Con gran esfuerzo, pero con un magnífico paisaje, vamos acercándonos a la montaña que queremos conquistar hoy.
La Punta Gegoriana y a su derecha la Pica la Jorcada.
Aquí vemos la Robliza a la izquierda de la foto, y al fondo a la derecha la Peña Santa. Cuando aún nos quedaba un buen trecho para llegar al último tramo de la ascensión, llegamos a una zona de nieve dura y cometemos el error de cambiar las raquetas por los crampones y dejar estas para recogerlas en el descenso.
A partir de ese momento encontramos aún mas nieve polvo y nos cuesta un verdadero esfuerzo el progresar. Menos mal que casi siempre hay algún generoso que nos va abriendo huella. Aquí estamos ya en la rampa final antes de la última trepada que nos llevará a la cumbre.
¡Pero que se nos hace eterna!
La última trepada para llegar a la cumbre no es muy difícil, y en donde se puede disfrutar de un gran ambiente de alta montaña invernal.
Por fin llegamos a la cumbre, pero esta tiene tan poco espacio, que no podemos disfrutar mucho en ella, al contrario, las piernas nos tiemblan a todos al notar las verticales paredes que tenemos a nuestro alrededor.
Unas fotos a toda prisa y rápidamente para abajo. Una pena no poder deleitarnos mas con el panorama que nos rodea. Magnífica la vista del Central.
Al fondo Peña Santa y a la derecha la Punta Gregoriana y la Torre de los Cabrones de Peña Blanca.
Poco a poco vamos abandonando la cumbre, pero antes, Carlos posa con ese magnífico fondo.
Con mucha concentración vamos descendiendo este tramo mas delicado.
Tras descender de la cumbre, al pie de ella nos sentamos sobre la nieve, para dar cuenta de la comida que hace ya tiempo estaba reclamando nuestro estomago.
Tras lo cual iniciamos el descenso que cuando es por la nieve, resulta mucho mas cómodo y rápido que la subida.
Rápidos y felices nos vamos acercando al lago de la Ercina en donde finalizará la dura, pero preciosa marcha de hoy. Esta zona del Occidental ya nos ha dado en otras ocasiones magníficos días de montaña, así que no habrá que tardar mucho en regresar, procurando sea cuando haya mucha nieve, que es cuando mas nos hace disfrutar. Y esto fue todo por ahora, como aún nos quedan días sin poder salir de casa, intentaré aprovechar para realizar algún reportaje mas de esos que tengo por ahí pendientes. ¡Cuidaros mucho, y hasta la próxima!
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