Después de pasar todo el mes de noviembre sin poder salir de Santander por el "dichoso" covi, por fin el jueves día 10 nos dan la noticia de que para el sábado 12 se podrá circular entre municipios, aunque aún sin poder salir de la región. Pues para que esperar más, salida para este mismo sábado a pisar las primeras nieves importantes de la temporada, no vaya ser que lo del virus vuelva a ir mal y nos vuelvan a confinar. Subiremos hasta el puerto de San Glorio y la idea es ascender por el Cubil del Can para hacer cumbre en Peña Prieta.
Y aquí estamos los 6 que nos juntamos para la inauguración de la temporada invernal, a saber, Victor, Jose Carballo, Juan Carlos, Miguel, amigo de Victor y viejo conocido mío, que nos acompaña por primera vez, Javi, y el que suscribe. Ah¡, se me olvidaba, y Keko, que sin lugar a dudas es el mas activo del grupo,,,y el que mas buya mete.
Cuando llegamos al puerto, nos recibe un fortísimo y helador viento que nos incordio bastante en los preparativos para la puesta en marcha, por lo que decidimos cambiar la ruta de ascenso e ir por la vega del Naranco por donde estaremos algo mas protegidos de la inclemencia del viento.
Tras pasar por el Boquerón de Tarna, llegamos a la cabaña/refugio que se encuentra a la entrada de la vega el Naranco.
E iniciamos la travesía de la larga vega en busca de la subida que nos depositará en el Boquerón de Bobias, trescientos metros mas alto que la vega. La nieve nos la encontramos en mejores condiciones de las esperadas, y con las raquetas resulta una gozada el progresar .
Legando a los 1.850 mt. del Boquerón de Bobias con los Picos algo tapados por las nubes al fondo.
Al llegar al Boquerón, comprobamos que la zona del Tres Provincias y Peña Prieta también se encuentra ocultas por las nubes y que el viento por allí arriba sopla con bastante fuerza. Sin embargo, a nuestra derecha tenemos el inicio de la Sierra de Orpiñas y vemos que por aquí esta mas limpio de nubes y con abundante nieve. Como ninguno de mis compañeros conoce esta montaña, decidimos recorrer su larga crestería para intentar hacer cumbre en el punto mas alto de la misma que es el Pico de la Calar de 2.108 mt.
Algunas zonas se encuentras limpias de nieve por la acción del viento, pero el progreso por la crestería con algunos sube/baja resulta muy gratificante con unas magníficas vistas tanto hacia el norte como hacia el sur. La cumbre aún nos queda muy lejos.
Con la zona del Tres Provincias al fondo. La niebla no acaba de despejar las cumbres.
A nuestra izquierda, hacia el sur, tenemos el largo valle de Lechada que desemboca en el pueblo de Portilla de la Reina cinco kilómetros mas abajo. Por encima del valle, vemos la cumbre de Peñas Malas.
Seguimos recorriendo la crestería que con tanto subir para luego perder altura, nos va exigiendo el máximo esfuerzo, sin aún percibir la cercanía de la cumbre.
Nos topamos con una corta pero píndia pala de nieve que debido a su dureza, nos obliga a cambiar las raquetas por los crampones. Pensando que ya no nos quedaría mucho para la cumbre, decidimos no cargar mas con ellas y dejarlas en este lugar.
Pero la cumbre aún se nos resistía, y al poco vemos que otra vez tenemos que perder altura para luego volver a ganarla, además por una zona con bastante carga de nieve que sin las raquetas, nos haría sudar de lo lindo.
Al fondo tenemos la zona de Riaño, donde destaca la silueta de Peñas Pintas.
Disfrutamos de la belleza de la nieve, paro también de su dureza, a tramos dura y en otros blanda. Afortunadamente para los de mas años, hay gente joven que nos va abriendo huella.
Por fin, tras culminar otro montículo de los muchos que llevamos, aparece ya a nuestra vista la silueta del Pico de la Calar, aunque aún nos queda un tramo de crestería para llegar a sus pies.
Mis compañeros que van por delante, se confunden con el imponente paisaje que nos rodea.
Por fin, los primeros llegan a la cumbre.
Y también los últimos, con Peña Prieta, el Lomas y el Cuartas de fondo, ahora ya sin nubes que las oculten.
La foto de cumbre sin Juan Carlos que fue el fotógrafo. Cuarta vez para mi, y primera para el resto.
La vista y la mente se emborrachan de paisaje en todas direcciones.
El Corcadas, otro dos mil de la cordillera.
El Coriscao, con Peña Vieja al fondo.
Tras comer un poco en la cumbre, iniciamos rápidos el descenso, pues el recorrido es largo y el día corto.
Cayendo ya la tarde llegamos al Boquerón de Bobias.
Descendemos a la vega del Naranco y cuando llegamos a la cabaña tenemos que sacar las frontales que a partir de aquí nos alumbraran el camino hasta llegar a los coches, cosa que hacemos pasadas ya las siete de la tarde. Resumen de la jornada, dura pero muy gratificante por el recorrido, por el día y por el sublime paisaje contemplado. La montaña invernal nunca defrauda.
Jueves 17 de Diciembre. Cinco días después de inaugurar la temporada por la sierra de Orpiñas, Jose, Juan Carlos y yo, hemos subido en el teleférico para según veamos el estado de la nieve, hacer alguna cumbre por la zona. El horario del teleférico entre semana es de 10 a 5 de la tarde, lo que nos condiciona mucho el tiempo a la hora de hacer cumbre. La nieve la encontramos en muy buenas condiciones, una pequeña capa de nieve polvo caída el día anterior, y nieve dura debajo, lo que nos permite progresar muy cómodamente sin utilizar las raquetas. Decidimos dirigirnos hacia Peña Vieja para intentar llegar a su cumbre.
El día magnífico. Totalmente despejado y casi sin aire. Peña Remoña y Torre Salinas, magníficas.
El Tesorero luce sus mejores galas blancas. Hablamos de dirigirnos hasta el, pero pronto lo descartamos por el tema del horario, nos vendría muy, muy justo.
Vamos ascendiendo hacia la Vueltona, y como vemos que la nieve sigue estando dura, dejamos nuestras raquetas ocultas tras unas rocas. No merece la pena seguir cargando con ellas.
Algunos esquiadores nos rebasan subiendo hacia la entrada de la Canalona. Magnifica la crestería Madejuno/Tiro Llago/ Torre Blanca.
Enfilamos las primeras rampas de la canal que nos subirá hasta la Canalona y nos encontramos con tramos que tienen bastante nieve polvo, así y todo el progreso no resulta excesivamente costoso.
Como se ve, el fondo hacia la zona de Cabaña Verónica no tiene palabras. Un "chavalín" de 67 años se ha unido a nosotros y nos precede en la ascensión.
Juan Carlos y Jose ascienden rápidamente hacia el Collado de la Canalona
Enseguida llegamos el resto.
Y así de blanca y radiante encontramos a la novia que parecía invitarnos a caer en su regazo. Pero la hora limite para el teleférico hace que resistamos la tentación. Nos va a venir muy justo, y como tenemos otra novia muy atrayente y mas cercana a nuestra izquierda, dejamos a la Vieja y nos decantamos por la Ana, que además es Santa.
Y comenzamos el cortejo para intentar lograr conquistarla.
El Oriental y la costa Cantábrica al fondo.
Samelar al fondo, Pica del Jierru, Morra de Lechugales, Pico Cortés y Prao Cortés.
Dos de los pretendientes acercándose a la "deseada"
Pero se hizo de rogar, dos de los pretendientes fueron rechazados, y a los otros dos, nos exigió dar todo lo mejor de nosotros mismos para lograr que la bella nos recibiera en su seno y nos mostrase toda su hermosura.
Y nos mostró toda su belleza.
Tiro Navarro.
Una imagen vale mas que mil palabras.
El Neverón de Urriello.
La hora apremia. Tenemos que despedirnos de la bella dama e iniciar el descenso.
Al pie de la Canalona comemos un poco y continuamos el descenso. El reloj mas que correr parece que vuela, y si no queremos tener que bajar por el Hachero, no podemos demorarnos ni un minuto.
La nieve ahora tras recibir durante el día los rayos del sol, nos la encontramos en algunos tramos en muy malas condiciones. En mas de una ocasión nos hundimos hasta la cintura, con el peligro de hacernos daño al quedar el pie trabado entre la nieve, cosa que le ocurrió a Jose en una ocasión, afortunadamente, sin consecuencias.
Al final llegamos al teleférico unos minutos antes de las cinco...pero por los pelos. Con este horario de entre semana muy justo viene para poder hacer algo interesante por la zona. Cantur nos compensa con dos horas mas los fines de semana, dando así mas tiempo para poder disfrutar de la zona.
Y así es como hemos comenzado la temporada. Esperemos el tiempo y el virus nos permitan disfrutar mucho hasta que llegue la primavera del 2021. ¡HASTA LA PRÓXIMA!
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