Marcha del 2000 y Pico sábado 8 de mayo del 2021.
Tras dar por finalizada la temporada invernal, dejamos en casa todo el material de invierno y con las mochilas mas ligeras, nos fuimos hasta Urdón, situado en la mitad del desfiladero de la Hermida para afrontar una de las muchas rutas espectaculares que hay por toda esta zona situada entre el desfiladero de la Hermida y el pueblo de Tresviso, todas ellas perfectamente documentadas en el libro y mapa de Ángel Sánchez Antón titulado Macizo Nororiental de los Picos de Europa; Peñas Cabriegas, que por desgracia creo ya no se encuentra en las librerías, y mas ahora que la librería Estudio que fue quien editó este libro, ha echado el cierre definitivo de sus tiendas en Santander. En esta ocasión, nosotros afrontamos la subida por la senda denominada del Jorao, nombre que recibe el paso que hay que realizar por un enorme agujero labrado en la roca, muy espectacular pero con buenos apoyos para pies y manos, contando además con la ayuda de una cuerda que facilita la subida. El recorrido de esta senda trascurre por sitios inverosímiles que vistos desde la lejanía, parecen totalmente imposible de recorrer, y es de esas rutas que una vez realizada, deja el ansia del montañero totalmente saciada de emociones.
Salida de Urdón de los diez miembros del grupo que nos juntamos para realizar esta espectacular ascensión. Algunos repetíamos, para otros era la primera vez que afrontaban el recorrido por estos vericuetos.A los pocos metros de iniciar el recorrido por el camino de la Peña que sube a Tresviso, lo abandonamos por la derecha para ir en busca de un poco marcado sendero que rápidamente nos exige el máximo esfuerzo para superar lo empinado del terreno.
Después de superar los primeros metros el sendero esta mas marcado y resulta mas fácil seguirlo, eso sí, la verticalidad es la misma o aún mas acentuada.
Tras superar un muro de piedra, nos elevamos por el borde de una píndia pedrera para ir en busca de la Collada de Sahugo. Urdón va quedando bastante abajo.
El la Collada de Sahugo pasamos a la otra vertiente del espolón rocoso que se pierde en las alturas y afrontamos la canal de Sahugo. El terreno no da un respiro en cuanto a verticalidad.
Tras un rato de máximo esfuerzo, llegamos a la Jorcá Sahugo, desde donde se divisa con claridad la canal de Trasdejorao por donde tenemos que subir para ir en busca del paso del Jorao. Vista desde aquí, parece totalmente intransitable.
La canal más a la izquierda es por donde tenemos que ascender para antes de llagar a su parte superior, buscar una vira a la izquierda que da acceso al paso del Jorao, que permite superar el enorme espolón rocoso y acceder a la canal que se encuentra en la otra vertiente.
De la Jorca Sahugo nos toca descender unos metros por un sendero totalmente colgado en la pared que no permite el más mínimo descuido.
Tras lo cual hay que superar esta vertical pero no difícil trepada de unos seis metros,para después realizar una travesía en horizontal algo descendente para ir en busca de la canal Trasdejorao. Jesús que va el primero, le toca espantar a una cabra que se nos había cruzado en medio del camino.
Con despacio y mucha concentración fuimos superando este tramo, para mi, el mas peligroso del recorrido.
Tras un buen rato de superar metros entre ramas de avellanos que ocupan casi toda la canal, llegamos a un tramo despejado en donde se encuentra el desvío para ascender hacia el Jorao. Nos tomamos un respiro y paramos a tomar un tente pie, ante de afrontar el plato fuerte de la jornada.
Tras el breve descanso, el sendero nos mete en una canal muy herbosa y aún mas vertical que la anterior, la cual vemos a nuestros pies.
Tras superar el agujero de uno en uno, nos toca continuar por un sendero muy estrecho y totalmente aéreo que tampoco nos permite ningún descuido.
Una vista atrás para ver el agujero del Jorao por donde hemos pasado. Se intuye a la derecha de la foto en la parte inferior de la grieta que se ve en la pared.
Ya por terreno abierto pero bastante inclinado, continuamos progresando para ir en busca de la senda el Picayo que nos acercará a las inmediaciones de Tresviso para desde aquí, acometer los seiscientos metros que nos separan del Cueto de la Cerralosa cuya cima queremos pisar hoy.
Ya caminando por la senda, tenemos de fondo el Cuetodave, conquistado hace pocos días por algunos miembros de este grupo, y el collado de Osina.
Los últimos tramos nos dejan desfondados y llegamos a la cumbre con las reservas bajo mínimos. Desde los 1.565 mt. de la cumbre vemos el Collado de Hoja y la canal de Perilluenga, por donde discurre el antiguo camino que comunicaba Bejes con Tresviso, o viceversa.
Tras comer y disfrutar de la cumbre, bajamos escopetaos hacia Tresviso en busca de unas refrescantes cervezas.
Tras disfrutar de esos buenos momentos de placer, iniciamos el descenso por el camino clásico de subir a Tresviso. Aquí en una parada que hicimos en el descenso.
Planeando rutas para el futuro, como la del Tombu Robru, otra espectacular subida cuyo tramo inicial vemos en esta fotografía. Aunque parezca mentira, por el centro de esa pared discurre la senda.
Llegamos a Urdón plenamente satisfechos. Hemos realizado una ruta de esas que dejan muy satisfecho a cualquier montañero que tenga ansias de aventuras y emociones fuertes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario