Gran parte del recorrido era conocido por alguno de nosotros y está bien señalizado, pero otra parte, concretamente desde Vega Huerta hasta el Boquete del Jou Santo, era la parte que no conocíamos y había tramos que no estaban señalizados, lo que requiere gran atención, y por último destacar lo espectacular del recorrido, con continuos cambios de panorámicas, de paisajes y de cumbres, en fin, una auténtica aventura superada por todos nosotros sin más problemas que el pequeño tirón que sufrió Esperanza a 2 horas de llegar a los coches, y que arropada por el grupo consiguió llegar hasta ellos como una campeona. También destacar la actuación de los benjamines del grupo Dani y Melani, sobre todo de esta última, que con trece añitos, lo superó sin ninguna dificultad, y encima la última parte casi corriendo, la verdad que es muy gratificante ver a jóvenes que se esfuerzan y disfrutan con el deporte que tan importante es para la formación de nuestro jóvenes.
Comenzamos nuestra andadura a las 9 de la mañana en Pan de Carmen, con un día que prometía sol y calor, aunque al ir subiendo de cota este último no se hizo notar mucho, y enseguida llegamos a la bonita majada de Vega Piedra










(al final del reportaje pongo unas fotos con los nombres de los lugares y las cumbres)

(también al final del reportaje he puesto un vídeo donde se aprecian las cualidades musicales del amigo)
aquí se ve al público total mente envelesado ante la sublime actuación



Este tramo de pradería carece de senderos e indicaciones, por lo que hay que localizar con la vista donde creo que está el paso llamado Puerto de Cuba y buscando el mejor recorrido dirigirnos hacia el.
Y aquí ocurre un hecho que quisiera analizar con detenimiento.
Al carecer esta zona de senderos, según vamos avanzando, el grupo se va dispersando hasta que llega un momento donde no veo más que a 4 o 5 de los 13 que componemos el grupo, esto continua durante 10 o 15 minutos hasta que comienzo a ver a 3 que van como a 300 o 400 mts. , otros 4 o 5 que van a unos 200 a mí derecha, pero que debido a los continuos montículos que tenemos que recorrer, en muchos tramos se pierde la visibilidad. Después de unas voces de aviso y parar a los que van en cabeza, nos volvemos a reagrupar, y comento que es conveniente que no nos separemos mucho.
¿y porqué comento esto?, ¡ya está el listillo de turno dando órdenes!, dirán algunos.
Estamos en un lugar muy lejos aún de nuestro final, en un terreno que nadie conocemos y que la única referencia es el mapa que yo llevo, y al que continuamente tengo que estar consultando para intentar localizar sin error el paso antes mencionado, y muchas veces alguno de los restantes miembros del grupo localizan algún hito, algún sendero que yo no he visto, y eso me lo comunica a mí y al resto de los compañeros, y así todos colaboramos en encontrar el camino adecuado.
Pero si vamos dispersados, esto no se da y a lo único a lo que contribuye es a que alguien pueda coger un camino inadecuado y se extravie, con los consabidos perjuicios que esto puede acarrear.
Bien, pues nada más comentar esto, algunos comienzan la marcha, y comienzan a alejarse, mientras otros están todavía realizando algún menester que no les permite caminar aún, y sin haber comenzado todos a caminar, el grupo ya está otra vez dispersado.
Aquí viene el momento que comenta Tomás, en el que yo llevado ya un poco por el cansancio, y un poco por el cabreo, pego un chillido y paro a los que se habían puesto en marcha, y lo primero que quiero es pedir mis más sinceras disculpas por excederme en el tono, y también en las formas, pero quiero que comprendáis que mi intención era que la marcha y el buen día que estábamos teniendo no se truncase por un error, que creo siempre hay que procurar no tener para evitar percances en la montaña, así que deciros que cuando esto ocurra no me lo toméis en cuenta, lo hago con toda la mejor intención y desde el cariño y el respeto que todos me merecéis, y conociendo como sois todos, sé que me sabréis disculpar.
Y después de esta reflexión filosofo-montañera continuamos con el relato y con las fotos, y aunque a partir de aquí el cansancio ya se comenzaba a acumular en las piernas, el paisaje no dejaba de asombrarnos y de impactarnos.
Llegando al Puerto de Cuba












Pasado ya el refugio de Vegarredonda volvemos la vista atrás y las cumbres que acabamos de recorrer reciben el calor y la luz de los últimos rayos del dia.

Mayte, Esperanza, Cristina, Mélani, Dani el joven, Dani el menos joven, Tomás, Justo, J.R., Javichu, Julian,Bernardo y Berto, usease el chillón, que disfrutó como un enano aportando mis pequeños conocimientos de guia, aportando mi imagen para el gran cámara J.R. , mis oidos para el gran músico Justo, mi admiración por los más jovenes, y los más mallores, como Julian con sus 68 tacos ¡un monstruo! Dani el mallor, con unos pocos menos ¡pero otro monstruo! y disfrutando tambien de la gratísima compañia de todos.
Un saludo muy cordial para los que no pudieron acompañarnos por las diversas "lesiones" que padecen, a Elena ¡que te recuperes lo antes posible! , a Jose que parece que después de 4 meses en el dique seco, pronto se incorporará, y a mi gran amigo Manuel Luis, que parece ser que en la próxima, que será el próximo sábado dia 1 nos acompañará, y con muy buenas noticias sobre su salud, y tambien para Eloy que aunque no está lesionado, nos tiene muy abandonados por sus deberes familiares, que es lo primero ¿verdad Eloy?
ESTO FUÉ TODO, HASTA LA PRÓXIMAAAAAAAAAAAAAAAAA..........................
P.D. aquí pongo unas fotos con las cumbres principales que divisamos a lo largo del dia, para el que quiera ilustrarse.
P.D. aquí pongo unas fotos con las cumbres principales que divisamos a lo largo del dia, para el que quiera ilustrarse.
antes de llegar a Vegaredonda
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