Norma que debiera ser de obligado cumplimiento

Norma que debiera ser de obligado cumplimiento para todos
Para facilitar la organización de vehículos y saber a quienes hay que esperar en Mompía o en cualquier otro lugar de reunión de salida, se ruega muy encarecidamente enviar un mensaje bien al móvil, o bien al correo electrónico de Alberto o quien dirija la salida, indicando quiénes van a ir a la marcha, lo más tarde el viernes al mediodía, si es posible.

miércoles, 12 de abril de 2017

De Trescares al Cabeza Vigueras por la Canal de Rubó

A la convocatoria de Jelu para el pasado sábado día uno, nos apuntamos Mayte, Antonio, Sonia, Pepa y ya a última hora, pese a las malas previsiones meteorológicas, también me apunte yo. De las dos propuestas que el nos había hecho, nos decantamos por la de salir de Trescares para subir por la canal de Rubó, salir de esta por la canal de Vaqueriza y tras superar esta canal, continuar por todo el cordal hasta llegar al Cabeza Vigueras.

Como hemos madrugado, cosa que se debería hacer siempre cuando se sale a la montaña, tanto en invierno como en verano, como hemos madrugado, decía, a las ocho y cuarto ya estábamos preparados para ponernos en marcha, con un cielo algo encapotado, preludio de lo que nos iba a venir un poco mas tarde.

Tras atravesar el río Cares por el puente de la Vidre, continuamos por un sendero en busca de la entrada de la canal de Rubó. En este tramo, todo lo que nos rodea, tanto árboles como piedras, esta tapizado por un espeso musgo que da al paisaje un intenso color verde.


Tras un rato de seguir el sendero que va paralelo al río Cares, este tuerce a la derecha para ir introduciéndose en la angosta canal formada por el río Rubó. Altos farallones rocosos en ambas márgenes del río, se elevan hacia el cielo .

En una de estas altísimas paredes se han formado espectaculares cuevas, como esta de difícil acceso.

Enseguida la angosta canal se va abriendo y el sendero abandona por su margen izquierda el fondo de la canal.

Por encima y al fondo de la canal, vemos el pueblo de Trescares recibiendo los primeros rayos del sol de la mañana.

Poco a poco vamos dejando atrás el fondo de la canal de Rubó, para dirigirnos hacia la canal de Vaqueriza. Cuando vamos entrando en esta canal, unas negras nubes que vienen de la zona de Arenas de Cabrales, comienzan a descargar un fuerte aguacero. Por fortuna, vemos en la margen derecha de la canal una gran cueva que nos sirve de cobijo, mientras aprovechamos la ocasión para tomarnos las once, aunque aún no sean las diez y media.
Jelu se encuentra este trofeo de un cabrito accidentado en este angosto terreno.

Una vista desde dentro hacia afuera de la cueva. Cuando la lluvia afloja un poco, iniciamos de nuevo la marcha y seguimos ganando metros a esta píndia canal de Vaqueriza.

Hasta que la abandonamos para ir atravesando el monte de la Govia y llegar hasta la laguna Vizcallana.

Dejamos atrás el monte y salimos a la zona de Peña Fuentes, donde tenemos un alto cortado que se pierde en el fondo de la canal de Rubó. Al otro lado de la canal vemos, hasta donde nos dejan las nubes, el camino por donde descenderemos por la tarde.

Pasamos por el Joraco Fuentes. En estos momentos las nubes descienden y amenazan con rodearnos de niebla. La lluvia no es muy fuerte, pero el fuerte viento que por aquí nos castiga, hace que nuestra progresión resulte un poco incómoda. Viendo el panorama, nos planteamos abandonar la ascensión y descender por otro camino que Jelu conoce bien, hacia Mier para luego llegar a Trescares por la carretera. Pero cuando estamos en esta disyuntiva, de repente deja de llover y las nubes cogen altura e incluso despejan por algunas zonas, por lo que olvidamos lo de retirarnos y continuamos nuestro ascenso hacia el Vigueras.


Primero pasamos por el Cabeza los Novillos.

Desde el cual vemos que las nubes ya nos dejan ver el Cabeza Vigueras, e incluso por detrás de el, el Cueto Cerralosa.

Una vista hacia atrás para ver lo ascendido, y al otro lado de la canal de Rubó, por donde tenemos que descender.

Justo enfrente tenemos la Cabeza Legua y el Cueto Carraspión y entre medio de los dos, a la derecha de la mancha negra, la Braña Carraspión, donde daremos cuenta de nuestros bocadillos.

Tras hacer cumbre en el Cabeza Vigueras, descendemos los trescientos metros que nos separan del Collado Galabín. En frente nuestro tenemos la cara norte del Cueto Cerralosa.

Del Collado Galabín, pasamos enseguida al Collado Llamea, donde tenemos esta vista de la espectacular zona de la Majada Vierru. Las nubes poco a poco se van disipando. Al final nos esta quedando un magnífico día.

Aquí se ve en la parte superior izquierda, la Majada de Nario, precioso sitio que visitamos hace unos años guiados por el añorado Julian.

Del Collado Llamea, no dirigimos hacia la zona de la Braña Carraspión, donde nos pararemos a comer protegidos, pus algún nubarrón que vuelve a aparecer por la zona de Arenas, amenaza con soltar algún chaparrón.

A nuestra izquierda, en lo mas angosto del barranco, destaca la cabaña de la Redondina.

También la majada de Nario, con mas detalle.

El canto de los pájaros lo inunda todo, anuncio de que la primavera ya ha entrado con fuerza, aunque de momento, muy seca.

A nuestra derecha y por debajo de nuestro camino, dejamos las cabañas de Sobreviña.

Una vista mas amplia de la zona, con la parte superior de la canal de Rubó a la izquierda y la Cabeza los Novillos y el Vigueras en la parte superior izquierda.

Otra vista de la las cabañas de Sobreviña y de la canal de Rubó.

Pasamos junto a las coquetas cabañas de Llosa Labrá y Jelu nos invita a contemplarlas. Nos indica que una de ellas es de un pariente y que en su día se gastó seis millones en construirla. Nos da mucha envidia por las vistas tan estupendas que desde ellas se contemplan.

Un "amigable" gato negro se nos acerca y se pavonea ante nosotros.

Tras esta paradiña, iniciamos el descenso hacia Trescares por un sendero que nos regala unas estupendas vistas sobre los pueblos de la zona.


Como esta del pueblo de Alles.

O esta del de Cáraves.

Muy abajo todavia, ya divisamos el río Cares, por el que vemos descender un grupo de canoas.

Otra bonita vista de Cáraves.

Y esto fue todo, el día comenzó un poco desapacible, pero al final, nos regaló otro bonito día de montaña con un muy recomendable recorrido, lo cual hace bueno el dicho de que a la montaña hay que ir, aunque haga bueno.
¡Hasta la próxima!