Como se aprecía claramente en las bonitas fotos aportadas tanto por Justo como en las mías (aclarar que las fotos y los vídeos de mi reportaje las pude sacar gracias a que Javichu tubo la amabilidad de prestarme su maquina, pues la mía se quedó en casa, junto con mi cabeza) nieve en abundancia y en unas muy buenas condiciones para disfrutar de una buena raquetada (¡Chemaaaaa, Mayteeeeee!, ¿donde estábais?)
Pasada las nueve y media, partimos del lago de La Ercina los que salimos en la foto, sacada por un miembro de un grupo que nos precedió en la ruta y que nos fue abriendo camino, cosa que es siempre de agradecer, sobre todo cuando hay nieve
Comenzamos a caminar bordeando el lago y contemplando el magnífico espectáculo que nos proporciona la naturaleza en este bello rincón de los Picos. Al fondo a la derecha, sobresale la Torre de Santa María, y en el centro izquierda de la foto se ve la cumbre alargada con dos picos a su derecha, de lo que en principio era nuestro objetivo, la Tº de los Cabrones de P Blanca
La fauna del lugar chapotea en la zona central del lago, la única que se encuentra libre del hielo
Seguimos ascendiendo y disfrutando del día y de la nieve. Hoy, el viento no nos tortura como el sábado pasado en Peña Redonda.
Antes de llegar a la bonita vega El Paré, tenemos el último contacto con el grupo que nos precede, ellos saldrían "pitando" y nosotros continuamos "parando". Aquí también nos damos cuenta que el amigo Jose anda desaparecido. Por el walkie (él lleva uno) nos dice que ya nos alcanzará, pero al final se despistó y hasta después de comer no se volvió a juntar con nosotros, ya en la bajada.
Cruzando la vega con la Tº de Sta. María al fondo
Los que nos van abriendo huella y la Tº de Sta. María
El maestro en plan "chuleta" con sus raquetas
Dejamos atrás la majada El Tolleyu
Ese que posa ahí al fondo tan "chulo" es mi buen amigo Justy
Como vemos que por la hora que es y por el ritmo que llevamos va a ser imposible llegar a la cumbre, Rubén, Eloy y yo (Jose, que tenía que ser el "fuerte" de este grupo, sigue desaparecido) nos separamos del resto y comenzamos una carrera por recuperar el tiempo perdido y enfilamos hacia la todavía lejana cumbre.
Vamos superando y salvando los continuos Jous que invaden la zona y que gracias a que están cubiertos de nieve nos facilita su recorrido. Pero al intentar pasar esta inclinada ladera con las raquetas, encuentro nieve dura y sufro este pequeño resbalón que se aprecia en la foto. Son la una y media y mis compañeros dicen que se nos va a hacer muy tarde y que es mejor regresar a comer con el resto de la expedición. Al principio me resisto. Estamos ya cerca del inicio de la ascensión final y me parece que aún tenemos margen de horario. Pero ellos insisten y como son mayoría, con bastante pesar, saco unas fotos y me doy media vuelta.
Esta es la Verdelluenga, por su derecha está el acceso a la Tº de los Cabrones
Nos juntamos de nuevo con el resto y alguien propone ir hacia una cumbre que hay hacia la Vega de Ario, donde ha llegado el grupo que nos precedía, y descender por el camino de Ario. A alguno no le hace mucha gracia la propuesta (no vamos a señalar, que es de mala educación), preferiría iniciar ya el descenso, pero al final accede a realizar un último esfuerzo y nos acompaña.
Al fondo, la cumbre de la derecha, es donde vamos a llegar y donde vamos a comer. Según el mapa de Adrados, su nombre es Pico la Rasa, de 1.841 mt.
Vamos hacia ella con La Verdelluenga al fondo y a su derecha, a donde tendríamos que haber llegado hoy
Dani en la cumbre de La Rasa. Justo en su cabeza está la cumbre de la Tº de los Cabrones de P. Blanca, que algunos ya nos hemos propuesto volver a intentar sin tardar mucho.
Otra parte del grupo en la cumbre, con el macizo central, el Jultayu y el Cuvicente al fondo
La misma, sin estorbos
Unos metros por debajo de la cumbre nos ponemos a comer. Por debajo de nuestra atalaya vemos que el grupo que nos precedía llega a la Vega de Ario, pero también vemos que poco a poco la niebla va entrando por la zona. Y no hay peor cosa para orientarse que la niebla y la nieve, así que decidimos descender por donde hemos subido, que tenemos muy bien marcado el camino.
Como veis, el ambiente impresionante ¿esto es Picos o la Patagonia?
Esta vez no llegamos al objetivo propuesto, pero a cambio, disfrutamos de un magnífico día de sol, nieve y raquetada. Esperemos que antes que termine la temporada invernal volvamos a disfrutar días como este.
¡SALUDOTES!
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