De izquierda a derecha: Morante, Juanma, José Antonio, Julian, Javichu y Alberto, quien esto escribe, son los seis que nos presentamos en Espinama, mas Jelu que subia desde Mogrobejo por la pista con el quad trasportando el cemento y la herramienta necesaria para anclar el piolet y la placa. Mas gente había manifestado su deseo de acudir este día, pero al hacerlo en día laborable evitó que los "currantes" pudiesen acudir al evento.
Pasadas las nueve y media nos pusimos en marcha con algunas nubes que venían del sur y que dejaban caer algunas gotas. En cuanto nos introdujimos en el monte el sol comenzó a ganar terreno y disfrutamos de una preciosa ascensión. El recorrido hasta llegar a la pista de Mogrobejo donde nos espera Jelu, lo realizamos por el mismo lugar en que lo hicimos el 12 de Mayo.
El monte luce sus mejores galas otoñales.
El Pico de Valdecoro con Peña Remoña al fondo.
Tras llegar al lugar donde nos espera Jelu, cargamos con las bolsas de cemento que ha preparado para repartirnoslas cada uno en nuestras mochilas y continuamos la ascensión hasta llegar al lugar donde se recuperó el cuerpo de nuestra amiga. Tras unas dudas iniciales, enseguida reconocimos el lugar exacto y tras buscar el sitio mas apropiado, nos ponemos manos a la obra.
El altimetro marca que nos encontramos justo en la cota 1.600 m.
Esta es la panorámica que se divisa desde el sitio y que el 12 de Mayo se nos mostró oculto a causa de la niebla. Se ve en el centro el Pico Jano y a la izquierda la Viorna.
Este es el resultado final.
Como la placa pasa desapercibida desde el sendero, colocamos este gran hito para que el lugar quede bien señalizado.
El hito bajo la pared por donde cayó. El día 12 de Mayo tampoco lo pudimos ver a causa de la cerrada niebla.
Nos dimos cuenta que las piedras que había donde se recogió el cuerpo de Maruja y con las que construimos el hito, se habían desprendido recientemente de la pared, por lo que dedujimos que muy posiblemente tuvieron algo que ver con su caída, así que una vez colocado el piolet con la placa, ascendimos a la parte superior del cortado donde se encontró su mochila y desde donde cayó.
Nos dimos cuenta que las piedras que había donde se recogió el cuerpo de Maruja y con las que construimos el hito, se habían desprendido recientemente de la pared, por lo que dedujimos que muy posiblemente tuvieron algo que ver con su caída, así que una vez colocado el piolet con la placa, ascendimos a la parte superior del cortado donde se encontró su mochila y desde donde cayó.
En el Portillo Jollán, con Peña Vieja y Peña Olvidada al fondo.
Y efectivamente, cuando llegamos a la parte superior de la pared, nos encontramos unos metros a la izquierda de donde se encontró su mochila, esta piedra que hace algo de parapeto y donde muy posiblemente se arrimó. Y como se ve en esta foto y en la siguiente, muestra un desconchado con aspecto de haberse desprendido recientemente, por lo que dedujimos que este debió ser el punto desde donde cayó, quizás al apoyarse en la roca y esta desprenderse arrastrándola hacia el cortado.
Hoy, sin la niebla, la sensación de vértigo al acercarse al cortado y ver lo que tienes a tus pies, es bastante mayor que aquel día con la niebla, lo que contribuye a que uno se acerque con mas precaución.
Unos metros mas abajo nos sentamos a comer. Las chovas lo huelen en seguida y se nos acercan en busca de que les caiga alguna miga.
Tras lo cual iniciamos el descenso hacia la entrada de los puertos de Aliva para coger la pista que desciende hacia Espinama por la margen derecha del río Nevandi. Bella estampa otoñal de los invernales de Iguedri.
En algún momento Jelu comento que siempre que sale al monte se acuerda de Maruja. Ami me ocurre lo mismo, y me imagino que a todos los que la conocisteis os pase lo mismo.La idea es que por el aniversario, realicemos una marcha conjunta con el Peñas Arriba hasta el Castro Cogollos para hacerla un homenaje.
¡Maruja, siempre estarás con nosotros!
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