Al cumplirse el primer aniversario del desgraciado accidente que se llevó de nuestro lado a nuestra amiga y compañera Maruja, nos juntamos los tres grupo con los que ella hacia montaña, el Peñas Arriba, la Sociedad Deportiva Suances y el 2000 y Pico.
Dos autobuses se fletaron para tal evento. Uno por el Suances con 55 plazas ocupadas y otro por el Peñas Arriba y el 2000, con 38 plazas, por lo tanto, 93 fuimos las personas que acudimos a recordarla y a rendirla un sentido homenaje, ascendiendo desde Espinama hasta el pie del Castro Cogollos, lugar donde en su momento se colocó una placa y se labró una estela en su memoria.
Nos acompañaron varios de sus familiares, su hijo Manuel, su hermano Luis y su cuñada Mari entre otros.
La idea inicial era iniciar la subida desde el pueblo de Mogrovejo y terminarla en Espinama, pero debido a que el desnivel y la distancia eran mayores iniciándola desde Mogrovejo que desde Espinama, se decidió cambiarla y realizarla al revés.
Si realizar la foto de salida es complicado con cinco o seis
¡imaginaos con noventa!
pero al final se consiguió.
La mañana fresca, con algunas nubes, ideal para andar. Primeras rampas en el camino.
El grupo se va disgregando, pero se realiza un "reagrupamiento" y nos volvemos a juntar.
El monte Carrielda por el que estamos ascendiendo tiene rincones muy hermosos, con muchos robles centenarios de gran porte y belleza.
Luis Y Mari posando ante uno de ellos.
Seguimos encontrándonos con magníficos ejemplares.
Salimos del monte y nos encontramos con la pista que sube desde el pueblo de Pembes.
Cruzamos la que sube de Mogovejo por la que descenderemos mas tarde y nos dirigimos hacia el Castro Cogollos.
Desde aquí tenemos una bonita vista del pueblo de Espinama de donde hemos partido esta mañana, y del de Pido.
Estos días de tanta lluvia, la tierra rezuma agua por todas partes. La bonita cascada de Aguasel, al pie del Pico Valdecoro.
Hoy la montaña es un reguero de caminantes.
Tres veteranos, con un gran historial a sus espaldas, suben piano piano, que es como se llega lontano.
Vamos llegando todos al lugar donde se encuentra el piolet con la placa.
Al rededor de la placa, al píe del Castro Cogollos.
Cuando llegaron los últimos, se leyó un manifiesto de recuerdo y homenaje a Maruja.
En el vídeo que pongo al final se oye dicho manifiesto.
Tras lo cual subimos hasta el Portillo Jollán, donde se da vista a los puertos de Aliva y al macizo central de Picos y donde se ha grabado una pequeña estela.
Los caminantes en la zona donde esta la estela. En la parte baja de la foto vemos el Portillo Jollán. La foto está sacada desde la cumbre del Castro Cogollos.
Como por aquí arriba el viento viene un poco mas que fresquito, el personal desciende hacia las praderias que hay por debajo nuestro en busca de un buen comedor.
El Castro Cogollos fotografiado desde donde se encuentra la estela.
La estela. Buen trabajo, Lolo.
El piolet con la placa.
Los caminantes buscando buen asiento para comer.........¡y para beber!
Nieves, ¡que ya comenzó la temporada de setas!.
Buenos momentos en la sobremesa.
Algunos se han dado un buen rebozo de barro.
Tras la comida, iniciamos, muy desperdigados, el largo descenso hacia Mogrovejo.
Como pasamos al pie de la Peña Oviedo, hacemos una visita a su cumbre, que pese a su modestia, nos ofrece unas magníficas vistas.
En la cumbre nos juntamos gente gran conocedora de los Picos, sobre todo Tomas y Sotres que nos dan una lección magistral de canales y cumbres del Oriental. En la foto, Tomas y Alberto.
En esta vemos a Sotres, con el pueblo de Cosgaya a sus espaldas.
Tomas nos sigue aclarando dudas sobre lo que vemos. Aquí el sol nos calienta, cosa que no ocurrió por las alturas y hace nuestra estancia en esta cumbre muy agradable, incluso alguno habla no se que de lo bonito que seria un vivac en esta cumbre.
Chema esta tan contento, que nos hace el avión.
Como no va ha ser posible quedarnos a vivaquear, continuamos nuestro descenso hacia Mogrovejo.
Donde al llegar nos tomamos una reconfortante jarra de cerveza para "recuperar" líquidos. En un cobertizo encontramos este carro con una beldadora de trigo, testigos de unos tiempos que suenan ya como muy lejanos.
Curioso escudo en una da las casonas del pueblo.
La clásica vista de Mogrovejo con su torreón.
Y por último esta foto de una cascada formada en las laderas del Pico Jano, fotografiada bajando de Mogrovejo a Los Llanos donde nos esperan los autobuses.
Pasadas las cinco de la tarde llegamos a los autobuses para emprender el regreso hacia Santander, eso si, después de refrescarnos con otra buena cañita, y de intercambiar saludos, impresiones y despedidas con los que no nos acompañan en el autobús.
Maruja ha reunido en una gran armonía a tres grupos de montaña.
Solo puedo decir que fue un verdadero placer compartir esta fecha tan señalada con tan magnífica gente.
Un abrazote y hasta la próxima.
1 comentario:
No he podido evitar dejar escapar una lágrima viendo este relato. Me hubiera agrado mucho haber podido acompañaros, pero las circunstancias me lo impidieron. Me acuerdo mucho de Maruja.
Ya he podido comprobar la huella que ha dejado, que, ¡hasta tres grupos de montaña! (más de 90 compañeros), la han recordado con orgullo y sentimiento.
Me alegro de que hayáis disfrutado de un "enorme" día de recuerdo y de confraternización.
¡Y es que la montaña tira... y, en este caso, más aún!
Saludos para todos y el agradecimiento a los componentes de los otros dos grupos que os acompañaron.
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