Cuando recorremos los 22 km. de carretera que separan las poblaciones de Panes y Arenas de Cabrales que transcurre paralelamente al cauce del río Cares, nos admiramos de su agreste paisaje, con paredes verticales donde se aferran en posturas imposibles los árboles de encina que en mayoría numérica forman los montes de esta zona baja de los Picos de Europa.
Pero lo que no sospecha uno cuando va sentado en el coche recorriendo esta carretera, es que a escasos metros de nosotros y en distintos puntos del recorrido, se esconden rincones increíbles, difíciles de imaginar hasta que uno no se introduce en sus entrañas y se admira de la gran obra que la naturaleza ha creado en esta zona.
Así, últimamente, hemos ido descubriendo sitios como la Calzada de Caoro, el río Mildon, la majada de Vierru, el Salto El Caleyu, el Collado Las Cuerres, o el Prao Bos. Otro de estos sitios increíbles es la canal del río Rubó, del que yo hacia ya tiempo había oído hablar pero que aún no conocía.
Esta canal fue la que recorrimos el sábado 12, y os puedo asegurar que no nos defraudó.
Intento hacer la foto de salida en el puente La Vidre de Trescares, pero conseguir que se coloquen los 14 "caminantes" que nos hemos juntado hoy, resulta tarea prácticamente imposible.
Con el puente completo, que es muy fotogénico.
Cogemos un sendero muy marcado que entre bonitos castaños nos lleva hacia la garganta del río Rubó, con Trescares a la otra orilla del río Cares.
Nos encontramos con unas banderas sobre un pequeño montículo. El maestro se acerca a rendir homenaje a la española, como corresponde a un buen patriota.
Del monte de castaños, pasamos a uno de encinas, adentrándonos ya en lo mas angosto de la canal.
Una preciosidad de recorrido.
Como este grupo es de caminar tranquilo, nos permite fijarnos mas en los bellos rincones que vamos encontrando en nuestro caminar.
Haciendo equilibrios sobre un puente que no lo necesita. Y eso que aún no se había tirado de la bota de vino.
El sendero se pone píndio, así que de vez en cuando hacemos una paradita para admirar las paredes que nos rodean. Todo el recorrido es un verdadero deleite para los sentidos.
Muchos buitres por la zona. Un poco mas arriba descubrimos la causa. Una vaca muerta en el lecho del río los ha congregado.
Este ya ha llenado la panza.
Nosotros seguimos ganando metros al sendero y a la canal.
Un vistazo para atrás. Aunque no se vea, el sendero está muy marcado.
El sendero poco a poco nos aleja del fondo de la canal camino del Cdo. Trespandiu. El terreno muy empinado nos obliga ha echar el resto.
El último tramo antes del collado lo hacemos rodeados por los helechos.
Llegamos a Trespandiu y nos paramos a reponer fuerzas que hoy ya está todo el pescado vendido.
Llegamos al collado y unos metros mas adelante llegamos a la majada de Jaces que se encuentra por encima del pueblo de Oceño y nos paramos a comer tranquilamente. Como lo que nos queda es solo descender hacia Trescares, antes de comer, una parte de los expedicionarios hacemos cumbre en el Cueto Trespandiu que se encuentra 150 mt. por encima del que hoy hemos escogido como comedor.
Desde esta cumbre vemos hacia el norte el pueblo de Alles, situado en la ladera sur de la sierra de Cuera, que por cierto, se encuentra tapada por la niebla.
Hacia el sur vemos la parte superior de la canal de Rubó que hoy nosotros no hemos recorrido. También vemos el Cabeza Vigueras y al fondo también con nubes el Cueto la Cerralosa.
Aquí vemos a los que no han subido en el comedor.
Y aquí a uno de los muchos pájaros que nos obsequian con sus bellos conciertos.
Y tras la comida y la "bebida", la sobremesa.
Tras lo cual nos lanzamos hacia abajo por otro sendero que nos descenderá hacia Trescares con un recorrido también precioso.
Desde esta increíble atalaya ya divisamos la carretera donde tenemos los coches y el pueblo de Trescares.
Hay que estar muy atentos para coger bien el sendero, pues hay un tramo donde empieza a descender y donde está poco marcado.
La bota de vino comienza ha hacer su efecto, sobre todo entre las féminas que bajan echando alegres canturridas.
En la ladera de enfrente tenemos el pueblo de Cárabes.
Llegamos de nuevo al puente de La Vidre y las aguas verdes y cristalinas del Cares animan a los mas (o a las mas) aguerridos a un buen baño. Merche decía que estaba "muy buena" el agua.
J.R. sin embargo, dice que esta muy, pero que muy fría.
El día lo completamos como siempre con unos cervezas y unos chocolates donde el asturiano en Unquera.
¡Fue un placer compartir una ruta tan chula con los Gomis!
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