Se que esta actividad va ha causar algo de envidia y un poco de rabia a algunos, pero esto surgió el viernes por la tarde ya a última hora y no procedía ya ampliar la convocatoria.
Yo había anunciado en el blog que íbamos a salir el sábado Jose y yo y que me había pedido preparar algo "fuerte", y quizá por este motivo nadie manifestó el deseo de acompañarnos. Pero resulta que el viernes por la mañana Jose me llama y me dice que se le ha complicado el tema y que el sábado no puede salir. Como nadie mas me llamo, decidí quedarme en casa yo también, pero ya por la tarde Mayte me llama y me pregunta por nuestras intenciones para ver si se apunta. Al decirla de la retirada de Jose, rápidamente preparamos otra ruta y surgió lo de subir al Castro Valnera desde Pandillo, recorrido del kilómetro vertical que organizan todos los años en esa zona de la Vega de Pas. Como Mayte aún no lo ha realizado, inmediatamente acepta la propuesta y quedamos para el día siguiente, pero claro, dada la hora, no era cosa ya de ampliar la convocatoria, motivo por el cual solo fuimos los dos.
Este recorrido ya lo realizamos el grupo en Junio del año pasado, pero si alguno que aún no lo hayáis realizado queréis hacerlo, no me importa volver a repetirlo las veces que hagan falta.
Para no variar de lo que llevamos este verano, las previsiones del tiempo eran de nubes con algo de lluvia por la mañana, mejorando la cosa a partir de mediodía. Con esta esperanza partimos a las 8,30 de Pandillo con las nubes cubriendo totalmente las montañas.
En cuanto comenzamos a ganar altura, las nubes dejan algún hueco que deja ver el cielo azul y nos da esperanzas de que vaya despejando.
Rápidamente ganamos altura siguiendo el sendero que recorren los corredores del kilómetro vertical.
Como si fuésemos asustando a las nubes, ahora nos dejan ver casi en su totalidad la parte final de la arista, que es la mas espectacular, así como la Capia (a la derecha de la foto).
Llegando a las cabañas de Colina.
Otra perspectiva de la parte final de la arista.
¡Que bonita es la cara norte de esta montaña!.
A partir de Colina comienza la parte mas afilada y vertical de la arista, que se va superando con algunos pasos un poco aéreos, y alguna trepada fácil, aunque como nosotros nos encontramos el suelo bastante mojado, había que poner mucha atención.
Mayte con las cabañas de Colina que ya hemos dejado atrás.
Cada vez nos queda menos. (¡menuda perogrullada!)
Otra trepadita fácil.
La arista se abandona al llegar al muro vertical que se ve entre la niebla. Este muro se salva tirando hacia la derecha hasta llegar a una canaleta herbosa que es la que nos lleva a la cumbre secundaria del Castro.
Con lo lluvioso que está resultando el verano, el campo luce galas de primavera.
Llegando a la cumbre secundaria del Castro, la niebla nos deja ver los impresionantes farallones que caen muchos metros hacia abajo en su cara norte.
Al final pasamos de pisar la cumbre secundaria e iniciamos la travesía para llegar la principal. Desde ella fotografío su impresionante cara norte medio envuelta por la niebla.
La cumbre secundaria, 9 mt. mas baja que la principal.
Y la vista hacia el sur, en uno de los poco momentos que nos dejo ver algo la niebla.
Al poco de llegar a la cumbre, la niebla nos envolvió por completo. Nos pusimos a comer un poco y a los 20 minutos no había quien parase de frío, por lo que rápidamente iniciamos el descenso por el sendero que lleva al puerto de las Estacas de Trueva, aunque nuestro destino es la crestería de la Capia.
Que también pasamos rodeados por la niebla. Mayte me fotografía para que quede constancia del hecho.
En el descenso de la Capia, se llaga a un terraplén muy vertical y de unos 100 mt. con mucho escajo y mucha argóma que hay que descender. Cuando lo hicimos el año pasado no encontramos sendero y lo descendimos cada uno por donde pudo, pinchándonos mucho y llevándonos mucho tiempo. Afortunadamente esta vez Mayte supo interpretar lo que quería decir un palo que vimos y que indicaba el inicio de un marcado sendero que salva el cortado sin mayores problemas. Me fotografío con una canaleta por donde baja el sendero a mis espaldas.
A continuación iniciamos el descenso hacía la zona de Ruyemas, recorriendo un antiquísimo y deteriorado sendero (afortunadamente no sustituido por ninguna pista) y donde nos encontramos con varias cascadas, algunas muy bonitas.
En el descenso vemos la arista recorrida por la mañana.
Toda esta parte del recorrido es una auténtica preciosidad, los que ya lo conocéis, lo sabéis bien, los que no, no tardéis en ir a conocerlo, antes de que algún "iluminado" acabe con este paraiso.
Para remate de este completísimo día, nos fuimos a recorrer el hayedo de Las Garmas, último vestigio de lo que debió ser esta zona antes de la fuerte desforestación que sufrió ¡y que deciros! que es pequeño en extensión, ¡pero con unos rincones preciosos!.
Desde el vemos el Castro Valnera y parte de la arista que hemos recorrido.
Minutos antes de las 6 llegamos al coche. Nos recibe esta linda gatita.
Hemos realizado, para mi, la manera mas bonita y espectacular de llegar a la cumbre del Castro Valnera, modesta montaña en altitud, pero gran montaña en sensaciones, sobre todo en ambiente invernal.
¡Habrá que repetirla! ¿quién se apunta?
NOTA: Hoy no hay vídeo.
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