El fin de semana pasado, el grupo 2000 y Pico, para que no hubiese problemas de "aglomeración" se dividió. Unos salimos el sábado para realizar la ascensión al Cueto del Albo (marcha del mes de Julio del calendario) y otros salieron el domingo para subir al Pico Valdominguero, cuyo reportaje ya ha sido puesto en el blog por nuestro amigo Jelu. Y es que el tiempo últimamente, en cuanto llega el fin de semana amenaza con lluvias y tormentas y de hecho, en la tarde-noche del viernes al sábado cayó una de "aupa" por la zona de Picos, cosa que comprobamos cuando vimos el sábado por la mañana como bajaban las aguas de revueltas en los ríos Cares y Deva. Debido al mal tiempo y tras intentarlo dos fines de semana, al final Jelu ha suspendido su marcha de dos días que realiza todos los años por estas fechas.
De hecho, el sábado por la mañana aún daban mal tiempo, aunque el pronóstico era que iría mejorando a lo largo del día y para el domingo ya daban mejor, motivo por el que Jelu puso la marcha para ese día.
¡Pero que no vuelva ha suceder, por que si encima que somos pocos nos dividimos! (es broma, ¡eh!)
Bueno, a lo que íbamos, estos somos los que nos juntamos en Poncebos para intentar llegar al Cueto del Albo, casi 2.250 mt. por encima nuestro. Alex, un familiar francés de Roberto, Roberto, Julio y un servidor.
Como madrugamos, diéz minutos antes de las 8 nos pusimos en marcha con el cielo totalmente cubierto, lloviznando a ratos y a partir de Bulnes, totalmente rodeados por la niebla.
En la pedrera de la canal de Amuesa nos encontramos con esta vaca que parece ser se había despeñado. Se conoce que debido a la espesa niebla, los buitres aún no la habían localizado.
Este aspecto fantasmagórico daba la niebla a las paredes de la parte derecha de la canal de Amuesa.
Al llegar al collado de Cima, final de la canal de Amuesa, las nubes hacían amagos de querer abrir, pero solo eso, amagos. Por esta zona, salirse de los senderos con una niebla tan cerrada, puede dar muchos problemas de orientación, y como no sabemos como van ha ir evolucionando las nubes a lo largo del día, decidimos continuar por el sendero que se dirige al refugio de Cabrones, para al llegar al pie del Cueto del Trave, intentar ascender a su cumbre Noroccidental si las nubes nos lo permiten.
Cuando llegamos a la parte final de la cuesta del Trave, la niebla comienza a disiparse y nos deja al descubierto la parte superior de la montaña que queríamos ascender hoy.
La alternativa del Trave tampoco es tan mala, mis acompañantes aún no la han pisado, solo tiene 180 mt. menos que el Albo, y las vista desde esta cumbre no tienen nada que envidiar a la cumbre original.
Ascendiendo los últimos tramos, que al llevar ya 2000 mt. en las piernas, se hacen un poco pesados.
Llegando a la cumbre vemos que la niebla va despejándose y nos deja ver la majada de Amuesa y toda la cuesta del Trave.
Fotos de cumbre con Torre Cerredo y Cabrones a nuestras espaldas.
Cain 1.800 mt. por debajo nuestro.
La vista hacia el Occidental imponente.
Y los Albos riéndose de nosotros.
La zona del Jou Santo con Peña Santa. Como se ve, las nubes por arriba llegan justo hasta su cumbre.
Preciosas las aristas que caen hacia el Cares.
Tras comer en la cumbre al abrigo del frío viento que soplaba, iniciamos el descenso.
Como se ve, en altitudes bajas también mucha nube.
Como vamos bien de hora y por la zona de Amuesa casi no hay nubes, decidimos tirar hacia el collado de Cerredo para descender por Piedra Bellida. Roberto y Alex no conocen esa canal y Julio hace ya muchos años que subió por ella. Pero al poco de dejar el sendero para cruzar a media cuesta del Trave, la niebla se nos vuelve a cerrar.
Tirando un poco de intuición y otro poco de memoria de cuando bajamos esta primavera por aquí, llegamos sin problemas al collado de Cerredo.
La niebla nos ofrece esta bonita estampa al inicio de la canal.
De nuevo nos envuelve la niebla, pero solo tenemos que seguir el vertical y pedregoso sendero que desciende pegado a las verticales paredes que cierran esta canal.
A mitad de la canal nos encontramos con una pareja de extranjeros (no les preguntamos la nacionalidad, hablaban bastante bien el castellano) que estaban sentados a la orilla del sendero. Nos comentaron que querían llegar hasta Bulnes y nos preguntaron cuanto quedaba para el collado. Les indicamos que unos 250 mt. y al manifestar que no conocían la zona y que no llevaban GPS , les recomendamos que se diesen la vuelta, pues aparte de ser ya un poco tarde (cerca de las 6) iban a tener muchos problemas para encontrar la bajada de la canal de Amuesa debido a la espesa niebla que había por la zona. No nos dijeron nada, y nosotros continuamos el descenso. No sabemos que decisión tomarían.
Desde la Quintana en Prao Culiembro vemos el inicio de la canal, justo donde comienza la niebla. A la derecha se ve el colladito que forma el Hordo Turonero Bajero, uno de los pasos para acceder desde aquí a la canal de la Ria.
Acía abajo ya vemos la senda del Cares. Pero aún nos queda bajar hasta el río, atravesarlo y volver a subir hasta la senda.
Ya en la senda vemos lo que acabamos de descender. La Quintana y el sendero de Prao Culiembro.
Al poco de comenzar el recorrido por la senda del Cares en dirección a Puente Poncebos y a la altura de la canal de Sabugo, nos encontramos con el accidente ocurrido minutos antes al caerse un excursionista por una pendiente de unos 40/50 metros, al parecer debido a un traspiés sufrido al encaramarse sobre unas rocas para hacer una foto.
En un principio y viendo de la altura que había caído, nos temimos lo peor, pero enseguida vimos que se movía, lo cual fue un alivio.
Enseguida llego el helicóptero de salvamento del GREIM de Leon que depositó a dos rescatadores en el pedrero que tras llegar hasta el accidentado, procedieron a su reconocimiento y acoplamiento en una camilla. Nosotros continuamos el camino y ya vimos al cabo de un rato que ya habían procedido a su traslado.
En el vídeo podéis ver las evoluciones del helicóptero y el acceso de los rescatadores hasta el accidentado, así como la trayectoria de su caída.
Desde aquí nuestros deseos de una pronta recuperación y recalcar una vez mas en que debemos tener siempre mucha prudencia, incluso en rutas "fáciles" como la senda del Cares.
Los rescatadores ya junto al herido.
Con mucho cansancio acumulado en nuestras piernas, llegamos a Los Collados, cuando los últimos rayos de sol del día, caen sobre los murallones que rodean a Puente Poncebos.
Una vista hacia atrás de la senda.
Ultimo tramo antes de llegar a Poncebos, cosa que hacemos pasadas las 9 de la tarde.
Han sido 13 horas de actividad, muy intensas, por cierto. Hoy hemos tenido de todo.
Pero esto se soluciona con un buen chocolate, una cervecita fresca y un pincho de tortilla calentito donde nuestro amigo el asturiano.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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