Inmediatamente se me pusieron los ojos como platos, y les conteste que intentaría por todos los medios acompañarles.
Para los que somos unos apasionados de la montaña, no hay mayor disfrute que llegar a una cumbre bien entrada la tarde y disponer en la mochila de todo lo necesario para alimentarse y para poder pasar la noche en la cima sin tener que descender en el día al punto de partida.
Pero claro, esto supone tener que echarse a la espalda una mochila grande con saco, funda vivac, infernillo, comida y ropa suficiente para afrontar la aventura con ciertas garantías. Y no digamos nada si además tenemos que cargar con crampones y piolet ante la posibilidad de encontrarnos con grandes neveros, y si además el vivac hay que realizarlo a 3.300 mt. de altitud.
Pues estas eran las circunstancias que tenía que afrontar cuando el pasado lunes 28 de Julio por la mañana comencé a preparar mi mochila. Había llegado el día de partir hacía los Pirineos para intentar llevar a cabo el proyecto. A las 3 de la tarde ha quedado en pasar a recogerme Alvaro para ir hasta Mompia donde nos reuniremos los 6 que nos hemos apuntado a esta apasionante aventura.
Un tema sumamente importante a tener en cuenta para este tipo de actividad, es que la previsión meteorológica tenga unos mínimos de garantía de que podamos disfrutar de buen tiempo. Y las previsiones para estos días son: lunes, nuboso con precipitaciones y alguna tormenta, martes: nuboso por la mañana con algo de precipitación, mejorando a lo largo del día, y miércoles prácticamente despejado.
La idea es salir el lunes por la tarde hacia Irún para pasar a Francia y llegar a Gavarnié en la vertiente norte de los Pirineos. En Gavarnié buscar un sitio donde podamos cenar y dormir (a la intemperie y comiendo de lo que nosotros llevamos) para al día siguiente martes, salir pronto para ascender hacia el refugio de Serradets por la senda denominada "la escalera" de Serradest, pasar la Brecha de Rolando e iniciar la larga travesía hasta llegar a la cumbre del Perdido, dormir en ella y al día siguiente miércoles, descender de nuevo hasta Gavarnié.
Al poco de pasar a Francia unos negros nubarrones mas propios del mes de Noviembre comienzan a soltar algunos chaparrones. En Gavarnié que esta muy metido en la montaña, también lloverá, por lo que tendremos que buscar algún parapeto donde no nos mojemos para dormir.
Uno de los chóferes de los dos coches que llevamos, sufre un despiste de carretera a seguir que nos retrasa mas de una hora y cuando llegamos a Gavarnié es ya de noche y como era de esperar, esta lloviendo.
Mas de una hora de dar vueltas por el pueblo y por la zona de la estación de esquí, nos lleva encontrar un sitio donde pasar la noche. Al final, una amplia tejavana rodeados de material del servicio de limpieza del pueblo, nos proporciona cobijo, con agua corriente e incluso con unos estupendos y limpios servicios.
Cenando en nuestro improvisado hotel de esta noche.
Al día siguiente amanece totalmente cubierto y a ratos se pone a llover. Descartamos el ascender hacia la Brecha por la senda de La Escalera, ya que tiene pasos bastante aéreos que con la lluvia y la pesada mochila son bastante "peligrosos".
La alternativa consiste en subir con los coches hasta el collado de Tentes situado a 2.200 mt. cerca del Puerto de Bujaruelo, coger la senda que transcurre al pie de la cara norte del Taillón y que tras salvar 600 mt. de desnivel nos lleva hasta la Brecha de Rolando pasando por el refugio de Serradest
La foto de salida en el Col de Tentes unos minutos antes de la once de la mañana.
Yendo hacia el puerto de Bujaruelo, las nubes hacen amagos de ir abriendo.
Por la parte derecha de la foto transcurre el sendero que lleva al refugio de Serradets que se encuentra tras la niebla de la parte superior derecha de la foto.
Llegando al Puerto de Bujaruelo, afortunadamente, la lluvia no nos volverá a molestar durante el resto de la expedición.
Eso si, al estar en cara norte, la niebla nos oculta por completo las vistas.
Aunque sin problemas de orientación (de momento) pues el camino esta perfectamente señalizado.
Una paradita para evacuar. ¡Hay que mirarse esas próstatas!
Enseguida llegamos a las bonitas cascadas que se forman por debajo del glaciar del Taillón . Buscamos el mejor sitio para atravesarlas.
Dejamos el glaciar a nuestra derecha, bajo la cumbre del Taillón de 3.134 que Oliver y yo pisamos en Febrero del 2008.
En el collado de Sarradets divisamos ya el refugio y el imponente circo de Gavarnié, parte de el tapado por la niebla.
La cascada que cae de la base del Pico Marboré. Dicen que es la mas alta de Europa.
Llegamos al refugio y continuamos ascendiendo hacia la Brecha, lo que nos lleva menos de una hora. La pasamos con niebla y seguimos caminando pegados a la vertical pared. Enseguida encontramos un vivac que nos invita ha realizar una paradita para comer un poco.
Seguimos caminando pegados a la pared y la niebla, por fin, nos deja ver la Brecha en todo su esplendor. Llegamos al collado de los Sarrios pasando primero por el paso vertical que esta equipado con unas cadenas para facilitar su paso, pero como aún quedan neveros, hay que ir con mucha precaución, incluso algunos nos pusimos los crampones para ir mas seguros.
Este tramo lo pasamos por la rimalla que se forma entre el nevero y la pared. Nos dirigimos hacia el Casco, cumbre de 3.011 mt. que nos queda muy próxima, con la intención de hacer cumbre en ella.
Cuando llegamos al lugar donde se inicia la ascensión y tras dudar un rato, decido renunciar a la ascensión y esperar aquí a mis compañeros. Aún nos queda mucho hasta el Perdido y el peso que llevo a la espalda no es "moco de pavo".
Mis compañeros en plena ascensión. Por desgracia, cuando llegan a la cumbre, la niebla les impide disfrutar del panorama. Para alguno de ellos, este es su primer 3.000.
Cuando regresan donde yo me encuentro, iniciamos una larga travesía por la denominada Faja de los Sarrios en busca del sendero que asciende desde el refugio de Goríz hacía el Perdido. Nos lleva mas de dos horas por un terreno muy irregular, sin senderos, solo nos guía algún hito que otro y tenemos que atravesar varios neveros que nos obligan a extremar las precauciones.
En la foto ya se ve la falda del Perdido.
¡Uffff! ¡lo que nos queda aún!
Para añadirle un poco mas de dureza, a medida que cae la tarde se va levantando un fortísimo viento y la temperatura también se nota que está descendiendo.
Nos vamos acercando a las faldas del Perdido.
Que nos lo encontramos con su cumbre cubierta por las nubes.
El refugio de Goríz 400 mt. por debajo nuestro.
La parte superior del valle de Ordesa ve como va cayendo la tarde.
Nada mas conectar con el sendero que asciende de Goríz tenemos que superar esta pared por una pequeña cornisa no muy difícil, pero algo resbaladiza al tener la piedra muy desgatada por el paso de los montañeros.
Una bonita cascada formada por las aguas que descienden de la zona del Lago Helado a donde nos dirigimos.
Nuestro objetivo de hoy ya no es la cumbre del Perdido, sino llegar al Lago Helado, que se encuentra a 3.000 mt. y donde parece ser hay habilitados varios cercos de piedra donde poder vivaquear.
Tenemos varias y contundente razones para hacerlo así. Estamos muy, muy cansados (si, ya lo se, algunos mas que otros) para superar los mas de 300 mt. que aún nos quedan para la cumbre. Con este viento, este frío y sin visibilidad, resulta una auténtica temeridad, por no decir una estupidez el ni siquiera intentarlo.
Son ya casi lasa 8 de la tarde. Por delante mio se ven a Iñigo y Elena en primer término, y a Santi por encima del nevero llegando a la parte final de la pared que tenemos delante, pienso que esta llegando ya al Lago Helado donde habrán llegado ya Oliver y Alvarito que iban los primeros. Pero cuando al cabo de un rato llego a ese punto, descubro con horror que para llegar al Lago aún nos queda un buen trecho, y veo a mis compañeros superando unos pedreros muy por encima mío. Por el altímetro veo que aún tengo que superar casi 200 mt.
La sombra de la Punta Tabacor va cayendo sobre el valle de Ordesa.
A las 8,30, por fin, llego el último al ansiado Lago. Oliver, Alvaro y Santi ya se están acomodando en uno de los varios vivac que hay junto al Lago, yo me acoplo enseguida a ellos. Elena e Iñigo aún andan dando vueltas buscando uno donde de menos el viento, cosa imposible, ya que sopla por toda la zona de manera inmisericorde. Un poco por encima nuestra encuentran uno pequeñito pero muy cerrado con piedras donde dicen que se esta bastante bien.
En la foto vemos toda la subida que queda hacia la cumbre del Perdido con la famosa escupidera justo por debajo de la niebla.
El termómetro marca 2 grados, pero el viento hace que la sensación térmica sea menor de -10º. Mis compañeros se meten en los sacos mientras yo intento preparar una sopita de fideos y sobrevivir al frío.
Por fin, ya cerca de las 11 me meto yo también en el saco, y poco a poco mi cuerpo va recuperando el calor, arropado por el suave tacto de mi saco de plumas. Por fin puedo pararme a contemplar el maravilloso espectáculo del cielo estrellado que tenemos sobre nuestras cabezas.
Me quedo dormido y al cabo de un rato me despierto. Miro el reloj. Son las 12 de la noche. Asomo mi cabeza fuera del saco y me quedo con la boca abierta. Las estrellas iluminan toda la bóveda celeste con una intensidad que solo a esta altura se puede contemplar. Saco la maquina de fotos para intentar fotografiar las estrellas con el sistema de gran exposición. Pero el frío y el cansancio hacen que me cueste una enormidad. Al cabo de un rato consigo sacar unas pocas. Como el resultado de estas fotos no se ve hasta que no se contemplan en el ordenador, cometo el error de no meter zoom al sacarlas y me quedan un poco "sosas". Estas dos son las que mejor me han salido. En la primera se ve la W de la constelación de Casiopea y en la segunda la de Sagitario, donde se encuentra el centro de nuestra galaxia la Via Láctea.
Enseguida me vuelvo a dormir ahora ya bien calentito dentro del saco. Pero durante la noche me despierto varias veces. Mi postura no es muy cómoda y algunas de las piedras que hay en el suelo se me clavan en la espalda como si fuesen puntas de cama de faquir.
A las 7,30 suena el despertador. El día amanece totalmente despejado y decidimos salir inmediatamente hacia la cumbre sin casi desayunar, ademas vemos que no necesitamos subir con material, pues los neveros se pueden salvar perfectamente.
El Lago y nuestro vivac un poco por encima de el.
El Cilindro se nos muestra con tudo su esplendor. A su derecha el Cuello del Cilindro, paso por donde se accede al glaciar del Perdido.
Disfrutando a tope de la ascensión.
Los primeros montañeros que suben de Goriz nos pisan los talones.
A partir de este punto, donde en invierno hay que superar la escupidera, ahora hay que superar un largo y pindio pedrero. Afortunadamente esta piedra no es tan "cabrona" como la de Picos y se deja pisar.
A las 9,20 llego a la cumbre donde me esperan mis compañeros.
Las vistas son magníficas en todas las direcciones, con este día tan despejado que tenemos. En esta se ve en el centro de la foto la faja que ayer atravesamos para llegar al Lago Helado. También se ve el Taillón, el último de este primer cordal, la Brecha de Rolando se intuye por debajo de el.
¡Impresionante el Vignemale! Jose y yo hace tiempo que le tenemos echado el ojo.
Tres representantes de Campoo los Valles. Uno de Valderredible, otro de Matarporquera y otro de Pesquera.
El Cañón de Añisclo parece una profunda herida que se introduzca en las entrañas de la tierra.
El Pico Añisclo que junto al Cilindro y el Perdido, forman los tres Sorores.
El Cañón de Añisclo con mas detalle.
Hacia el norte vemos el Pico de la Munia con un inmenso mar de nubes.
Estos son el Pequeño y el Gran Astazu, mis primeros 3000. ascendidos en el año 2.007.
Otra vista del Cilindro con el Vignemale al fondo.
El espectacular valle de Pineta.
El Balcón de Pineta, punto de acceso al lago de Marboré desde el valle de Pineta.
Mi foto de cumbre.
El Lago de Marboré aún con mucho hielo. En la brecha que se ve por encima se encuentra el refugio de Tuca Roya, el mas alto de los Pirineos.
Tras disfrutar a tope de la cumbre, descendemos de nuevo a nuestro vivac para desayunar otro poco y preparar nuestras mochilas.
Mis compañeros quieren realizar el regreso pasando por el refugio de Góriz en lugar de por donde vinimos ayer, ya que algunos no conocen esa zona. A mi no me hace mucha gracia, pues eso supone descender casi 400 mt. mas que luego tendremos que recuperar para subir a la Brecha de Rolando. Pero bueno, acataremos la decisión de la mayoría.
La idea es no llegar muy tarde a los coches para regresar hoy a Santander, así que el descenso lo realizamos a toda pastilla. Son casi 1.200 de bajada hasta el refugio.
A eso de la una llego al refugio cuando ya hace rato que han llegado mis compañeros, llego con las piernas bastante cascaditas, encima tengo que cargar con mas peso al llenar con mas de un litro de agua mi bolsa de bebida.
¡Y todo lo que nos queda hasta la Brecha!. Me da miedo el agotarme del todo antes de llagar. Oli me dice que coja paso de 8.000 y que no me preocupe por la hora.
Ellos se adelantan, Santi se queda con migo y me va abriendo camino. Al cabo de un rato llegamos a una inmensa explanada donde pastorea un gran rebaño de ovejas.
Al cabo de una hora llegamos al collado del Descargador. Allí nos están esperando Oli y Alvaro. Me pongo a comer un poco. Mis compañeros me echan en cara el que cargue con tanta comida y con tanto bocadillo y no con mas barritas energéticas y con mas geles que pesan mucho menos.
Posiblemente tengan razón, tendré que probar, pero como uno ha funcionado en la montaña siempre de esa manera....
Afortunadamente a medida que nos vamos acercando a dar vista a la Brecha de Rolando, me voy recuperando y veo que podré terminar el recorrido sin mayores problemas.
¡Pero joder!, que arriba queda todavía la Brecha.
Menos mal que el día, pese haber estado despejado no ha sido demasiado caluroso, aunque en el tramo antes de la Brecha nos calienta de lo lindo.
¡Cada vez está mas cerca!
Pero antes de llegar a ella tenemos que superar el paso de las cadenas, que os aseguro nos hizo sudar la gota gorda (quita mochila, pon crampones, pon mochila, quita mochila, quita crampones, pon mochila....)
Por fin a eso de las 5 llegamos a la Brecha. Un último vistazo por donde hemos venido.
La Brecha desde la parte francesa que el día anterior nos ocultó la niebla.
Impresionante el Pico de Marboré en el circo de Gavarnié.
Bajando hacia el refugio de Serradest.
Ya solo nos queda recorrer el sendero que nos lleva hasta el Puerto de Bujaruelo. Un cartel indicador marca 45 minutos desde la cascada del glaciar del Taillón. En este lugar me tengo que parar ha echar el pantalón. Como siempre, me quedo solo, mis compañeros van por delante y no puedo ver por donde van, pues estamos totalmente rodeados por la niebla. Estoy totalmente recuperado, y muy eufórico, realizo el recorrido casi todo el tiempo corriendo, pese al peso de la mochila.
A las 7,30 y casi sin ver donde pongo los pies por la espesa niebla, llego al aparcamiento donde tenemos los coches. Oli y Alvarito me dan la bienvenida con entusiasmo.
-¿Donde has dejado a la pareja? (por Iñigo y Elena) me preguntan.
-¿No han llegado? ¡yo no los he visto, venían delante de mi.
-¡Pues aquí no han llegado!
Eso es que se han despistado con la niebla ¡menudo papelón!. Menos mal que llevan equipo incluso para pasar la noche.
Esperamos un rato bastante preocupados y al cabo de tres cuarto de hora, como dos figuras fantasmagóricas aparecen entre la niebla.
¡Uffff! ¡menudo alivio!
Se cambian y rápidamente iniciamos el camino de regreso para Santander. Llegamos a Mompia hacia las 2,30 de la mañana.
Esta ha sido una de esas actividades que se quedan grabadas por mucho tiempo en la memoria y que tardaré muchísimo tiempo en olvidar, os lo aseguro.
¡¡Para cuando otro vivac en cumbre!!
NO OS OLVIDÉIS DE VER EL VÍDEO
1 comentario:
Berto. Fantástico, una actividad, compañeros y reportaje insuperables.
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