De los nueve que nos juntamos, solamente Tomas había visitado la zona en alguna ocasión, por lo que yo creo que una vez en la vida merece la pena acercarse a esta bonita zona y hacer cumbre en alguna de sus atractivas montañas, que no destacan por su altitud (1985 m. tiene la de mas altitud, Peñas Pintas) pero si por sus espectaculares vistas.
Estos somos los que nos juntamos para formar un variopinto grupo, a saber, de izquierda a derecha, Chuchi, amigo de Chema, Chema, Tomas, Jelu, Carlos, hijo de Julio, dos chicas amigas de Carlos (perdonad, pero no me recuerdo de vustros nombres) una Poloca y la otra también foránea, que tampoco me recuerdo exactamente de que pais, Julio y el que suscribe.
Cuando nos pusimos en marcha, toda la zona estaba cubierta por una densa niebla proveniente del pantano que enseguida comenzó a disiparse.
Ascendemos por una pista dejando a nuestra izquierda la alargada silueta del Pico Yordas.
Enseguida dejamos la pista principal y cogemos un camino que nos lleva hacia en un espeso hayedo.
El camino se dobla de nuevo y nosotros cogemos el ramal de la derecha que nos va ascendiendo hacia un marcado collado en la cara Este de la montaña.
Cuando salimos del hayedo, vemos claramente el collado donde nos tenemos que dirigir.
A nuestra izquierda dejamos una cabaña con un rebaño de ovejas y su pastor que nos vigila desde su puerta. Rápidamente nos vemos rodeados por tres fieros mastines que realizan con empeño su trabajo.
Seguimos ascendiendo hacia el collado. Pero antes tendremos que hacer una paradita para tomar las 11 ¿no?.
Después de lo cual llegamos al collado y a la hora de afrontar el asalto final a la montaña, el grupo se divide. Jelu lo hace a derecho desde el mismo collado, el resto, siguiendo las indicaciones que llevábamos, descendemos unos metros hacia la parte sur de la montaña para allí tomar una larga arista que en pronunciada, pero cómoda pendiente, nos va llevando hacia la cumbre.
Las vistas hacia la parte sur son magníficas.
En el inicio de la arista, con el collado que acabamos de traspasar al fondo.
Comenzamos la ascensión y enseguida tenemos esta espléndida vista del pantano de Riaño, con el pueblo y el puente que lo cruza.
Esta es la arista que tenemos que superar.
Cada uno sube a su ritmo y poco a poco nos vamos dispersando.
Chuchi y yo cogemos paso de ocho mil, aparte de que yo tengo que perder algo de tiempo si quiero hacer algo de reportaje. Por desgracia, me he traído las dos baterías que tengo de la cámara casi descargadas, por lo que a partir de ahora no me da para hacer vídeos y solo puedo hacer fotos.
Disfrutando/sufriendo de la ascensión.
Peñas Pintas, la cumbre mas alta de la zona con 1.985 m., se nos va mostrando.
Y el pantano.
Foto por aquí, foto por allá.
A medida que ascendemos nos hacemos mas pequeños con lo que nos rodea.
Llegamos a la cumbre donde hace rato que nos espera Jelu. Después de comer y de disfrutar de las espectaculares vistas, nos hacemos la foto de cumbre.
Vemos a lo lejos el pueblo de Liegos de donde hemos partido para realizar esta ascensión y a donde tenemos que regresar.
También el nuevo pueblo de Riaño, construido en su totalidad cuando se construyó el pantano en los años ochenta.
Un grupo de Ponferrada ha llegado a la cumbre a la par nuestra.
Iniciamos el descenso por la parte Oeste de la montaña para terminar el recorrido completando un bonito circuito.
Vemos las cumbres de mas de dos mil metros que configuran el macizo de los Mampodres.
Mis compañeros salen "escopetados" para abajo. Yo me lo tomo con mas tranquilidad para ir empapándome de estas montañas que acabamos de conocer y que vaya usted a saber cuando volveremos a visitar.
El sendero nos mete de nuevo en un espeso hayedo.
Por ahí hemos subido esta mañana.
Dentro del monte nos encontramos estos milenarios tejos.
Salimos al camino que baja hasta Liegos. Aquí sentimos con fuerza los rayos del sol que hacen que el termómetro marque los 32 grados. A la orilla del camino vemos este cruz que indica que antiguamente debió ser un importante nudo de comunicación.
La cara Oeste del Yordas con el monte por donde hemos descendido.
Los escobales lucen su fuerte colorido primaveral.
Las laderas de la cara Norte de la montaña.
El Yordas desde la proximidad del pueblo. A su izquierda el collado que superamos por la mañana.
En Liegos nos encontramos con esta fuente donde el personal se refrescó por fuera a conciencia, para hacerlo después con unas cervecitas por dentro.
Como curiosidad, decir que el regreso, a sugerencia de Jelu, lo realizamos subiendo el puerto del Pontón y pasando por Cangas de Onis. Nos llevo unos diez minutos mas que a la ida, aunque por mejor carretera.
Por último, aquí tenéis un corto vídeo de la marcha.
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