Pero la nieve escasea, es poca la que ha caído y solo se la encuentra de una manera aceptable por encima de los 1.600/1.800 m., por lo que para este sábado pasado, el único corredor asequible para nosotros, que vimos con posibilidades fue el NO de Peña Castil.
Este corredor que se inicia en el Jou del Carnizoso es mas bien corto, no llega a los 400 m. de desnivel, pero se encuentra en una zona de gran belleza, con la esbelta figura del Picu Urriello presidiendo toda la ascensión.
A las 8,30, con las primeras luces del día, partimos del aparcamiento que hay debajo del pueblo de Sotres para dirigirnos hacía el antiguo camino que sube hacía el Collado de Pandébano.
El día se presenta magnífico y así nos saludan Los Albos al llegar a Pandébano.
Y así el Neverón de Urriello.
Otra vista de Los Albos.
Pasando por Pandébano dejamos al fondo la canal de las Moñas. Quizás a la tarde descendamos por ahí.
Llegando a la Majada de la Tenerosa se nos hace visible el Picu.
La Majada de la Tenerosa con el Cod. de Pandébano al fondo.
Al pie de una cabaña realizamos la primera parada para repostar el motor. Hoy le toca realizar un gran esfuerzo.
El recorrido de la Tenerosa al cod. Vallejo se hace eterno. Afortunadamente para nosotros la nieve es escasa y podemos caminar con comodidad. Si hubiésemos encontrado mas nieve, al estar esta sin trasformar, nos habría entrado la risa, ya que las raquetas las hemos dejado en el coche.
Superando el Cod. Vallejo.
Admirando el pico mas inaccesible de Picos.
Su vista desde el collado siempre llama la atención.
Al poco de pasar el Collado Vallejo dejamos el camino de Urriello para afrontar una dura subida hacía el Jou del Carnizoso. Ascendemos unas veces hundiéndonos poco, y otras hasta la rodilla.
Al cabo de un rato de duro esfuerzo turnándonos para abrir huella, llegamos al Jou del Carnizoso.
Tenemos que superar a nuestra izquierda unas fuertes palas de nieve polvo que nos hacen sudar la gota gorda para dirigirnos hacia la entrada del corredor.
Cuando nos acercamos hacía el, vemos que a nuestro alrededor comienzan a rodar a gran velocidad trozos de hielo que sueltan las paredes que tenemos a nuestra izquierda al ser calentadas por el sol.
La entrada al corredor esta bloqueada por una gran roca que en esta ocasión, como era de suponer, se encuentra casi entera descubierta de nieve, lo que nos abre una incógnita sobre nuestras posibilidades de superarla. Además vemos con temor que por encima del bloque el corredor escupe casi continuamente cascotes de hielo que se desprenden de las paredes que lo flanquean y que el corredor absorbe como un embudo.
Con un poco de "acojone" dudamos un poco que hacer. Afortunadamente los cascotes no son muy grandes y aunque algunos chocan en nuestros cascos y a veces en nuestras espinillas, solo se trata de soltar.... "¡su p..... madre!"
La inercia nos hace seguir adelante y Roberto ataca en primer lugar el resalte de roca. Lo supera con gran maestría y yo le sigo, pero a mi se atraganta un poco. Finalmente lo supero y detrás mio lo hace Jose.
Ahora ya solo se trataría de disfrutar del corredor hasta su final, pero hoy al esfuerzo de abrir huella, se le añade el de intentar esquivar los "obuses" que nos caen por todas partes y de intentar proteger nuestras espinillas con los piolets que vamos poniendo por delante.
A pesar de la tensión, vamos sacando alguna foto.
Afortunadamente, de la mitad para arriba el bombardeo disminuye, y aunque aún nos llevamos algún susto, subimos un poco mas tranquilos.
El ambiente "montañero" es sobrecogedor.
Ya sentimos cerca la salida del corredor, que se encuentra a la izquierda de los resaltes que se ven al fondo.
La mirada hacia abajo "acojona" un poco.
El Picu y el Neverón de Urriello nos han estado controlando toda la ascensión.
Jose me fotografía desde la salida.
Salimos a la arista Oeste de Peña Castil a la cual tenemos que ganar los 150 m. que nos quedan para llegar a la cumbre.
Que se hacen durísimos. La única ventaja es que aquí no tenemos que esquivar ningún proyectil.
Pasadas las 2,30 llegamos a la cumbre después de seis horas de duro bregar.
La recompensa son estas vistas.
Peña Vieja y Tiro Navarro con la cordillera al fondo.
Las cumbres del Oriental.
Como en la cumbre pese al luminoso día que hace, corre un bris que corta el cutis, iniciamos el descenso junto a un grupo que estaba en la cumbre cuando nosotros llegamos.
La zona de Cueto Tejao, preciosa.
Después de una breve parada para comer el bocadillo, iniciamos el largo descenso de la canal de Fresnedal. Tiene nieve muy blanda en casi todo su recorrido que nos acaba de rematar.
Nos compensa con imágenes como esta.
Llegados a las Vegas del Toro, recorremos la pista que nos lleva hasta el coche muy cansados, pero con la inmensa satisfacción de haber comenzado muy bien el año viviendo otro gran día de montaña.
Como final, os invito a que veáis el vídeo que he montado de esta bonita, aunque en esta ocasión, un poco "arriesgada" actividad.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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